SARAU DOS GRANDES RELATOS
O escritor de Jaguarão que passou 45 anos dedicado a uma ideia é o convidado do SARAU ELÉTRICO da proxima terça.
ALDYR GARCIA SCHLEE, Fato Literário 2010, apresenta seu romance DON FRUTOS, sobre a vida do caudilho uruguaio Fructuoso Rivera. Com a assistência da turma da casa, LUÍS AUGUSTO FISCHER, CLÁUDIO MORENO, CLAUDIA TAJES e KATIA SUMAN.
SARAU DOS GRANDES RELATOS. Histórias que mudaram tempos e vidas. E vão transformar a sua terça-feira também.
Canja pura salsa - TONDA Y COMBO
SARAU DOS GRANDES RELATOS - TERÇA 14.12.10 - OCIDENTE - 21h
DON FRUTOS
Um romance extraordinário sobre a vida do caudilho Fructuoso Rivera, presidente da República Oriental do Uruguai em duas oportunidades históricas e indicado a um terceiro mandato em triunvirato, num momento preciso e pontual: cerca de um ano inteiro de vida, o último de sua jornada, vivido em Jaguarão, no sul extremo do Brasil e permeado pelas lembranças sobre os inúmeros episódios de sua espantosa vida de aventuras políticas, amorosas, militares e de barroca construção de um novo país. Frutos Rivera, um dos libertadores da América. Um homem do pampa que assomou à presidência do Uruguai e incluiu-se como um dos fundadores da nova república, entre impérios e potências internacionais. Escrito com mestria por Aldyr Garcia Schlee (FATO LITERÁRIO 2010) em quatro anos, lastreado numa pesquisa exaustiva ao longo de 45 anos, em bibliotecas e arquivos nacionais, no Uruguai e no Brasil.
DON FRUTOS é um romance finamente lapidado em linguagem criativa, arquitetado pelo escritor que refez os caminhos, as memórias e as falas do personagem histórico com a verossimilhança que apenas a ousadia ilimitada de um autor densamente documentado poderia fazer. Abandone-se nessa escrita de alumbramentos e reconheça as marés de formação dos países do pampa.
Quantos serão eles, além daquele imaginado pelo escritor e os outros sugeridos pela imaginação infinita dos leitores, incendiada pelas suas palavras?
Aldyr Garcia Schlee pesquisou tanto, colheu um volume tamanho de informações, refletiu tão intensamente sobre sua personagem que mimetizou-se a ela, a ponto de pensar genuinamente suas ações, sentir seus sentimentos e saber seus medos, suas limitações, suas inseguranças, suas doenças e seus humores. Um romance magnífico que empresta a atmosfera de um continente emergente para o desfrute de uma literatura de invenção e originalidade.
A un paso de la biblioteca de Babel
Daniel Salgado
Las profecías sobre el futuro de las bibliotecas suelen citar a Jorge Luis Borges. Su relato La biblioteca de Babel, publicado en Ficciones, se ha convertido en tópico a la hora de imaginar cómo serán los almacenes de libros en lo que el comunicólogo Román Gubern denomina Galaxia Leibniz. Hace más de 70 años que Borges presentó el universo como biblioteca sin límites, con escaleras de caracol infinitas y miles de pasillos entrecruzados. En una peculiar e involuntaria analogía, los expertos actuales hablan de sistema de nodos interconectados, centros en red y acceso a todo el saber del mundo desde la soledad de la pantalla del computador.
"La meta es que el universo cultural entero pueda aparecer en la pantalla de consulta, hacer real el concepto totalizador de la biblioteca de Babel de Borges", explica Gubern, quien participó en Santiago de Compostela en un encuentro sobre el pasado, presente y futuro de las bibliotecas. Fue en esas jornadas en las que el escritor triestino Claudio Magris certificó que la lectura y el libro se encuentran ante un cambio de civilización. No aventuró hacia donde se dirigen y prefirió hablar de las bibliotecas de Cervantes o de Rabelais.
De entrada, pocos expertos se atreven a mapear lo que vendrá. Gubern, que define los centros que se encargan de custodiar los libros como "depósito del saber y de la fantasía que permiten realizar una geología del conocimiento", nombra el concepto de red y "la conexión con otros centros del mundo". Y la novelista Rosa Regás, directora de la Biblioteca Nacional española entre 2004 y 2007, se muestra totalmente escéptica: "Las bibliotecas irán cambiando paulatinamente, no habrá grandes cambios sino a medida que cambien las costumbres de los usuarios. Si estos se acostumbran a las pantallas, en las bibliotecas habrá también pantallas y posibilidades para descargar los materiales". Tampoco el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Santiago y presidente del Consejo de Cultura Gallega, Ramón Villares, vislumbra grandes vuelcos: "Lo digital y lo físico se combinarán durante un tiempo y las bibliotecas, tal y como las conocemos, no morirán. Por lo menos, en el corto plazo".
Que haya una persona, el estadounidense Robert Darnton, que al mismo tiempo asesora a Google Books y dirige la biblioteca de Harvard parece dar la razón al profesor gallego. Sin embargo, el discurso del sociólogo canadiense Derrick de Kerckhove, discípulo de Marshall McLuhan, difiere. Presente en los debates de Santiago, realizados en la Biblioteca de Galicia, aún por inaugurar, que alberga la Cidade da Cultura, De Kerckhove defiende la posibilidad de "situar el centro del mundo en casa".
El teórico de la "inteligencia conectiva" aplicada a Internet recuerda que, en su país, cada persona pasa "siete horas al día ante una pantalla" y metaforiza en la figura de Pinocho 2.0 la actual condición humana. "La memoria se encuentra fuera del individuo, en Google, en la Wikipedia", explica, "y una biblioteca debe pensar en cómo funcionar en ese contexto híbrido electrónico". Lo material y lo digital, lo local y lo global, son asuntos de los que preocuparse. Y si la realidad objetiva es que los estudiantes cada vez usan menos la biblioteca, para De Kerckhove hay razones palmarias: "Ya tienen acceso directo a toda la información".
Pero no todo son buenas noticias en el bando de los integrados. El propio sociólogo advierte de los estudios recientes que afirman la superioridad de la lectura en papel sobre la digital. Por lo menos, desde el punto de vista de ejercitar la memoria: leer un libro en pasta de celulosa hace trabajar la memoria un 20% más que hacerlo en digital. "Una biblioteca es una cosa viva", consideró Claudio Magris, "también es una perfumería, con sus olores". En ninguna profecía aparece, todavía, un mundo sin libros. "A veces hablamos del futuro como si fuese un horizonte al que llegar", se lamenta Rosa Regás, "pero no es así; se trata de un proceso continuo y los cambios resultan paulatinos". Nadie pensaba, 15 años atrás, "que existirían todas estas herramientas para descargar música o libros de la Red", dice.
La imagen del templo resulta socorrida, recurrente a la hora de definir la idea de biblioteca. Como peculiar espacio colectivo también corre riesgos. "Es cierto que en una biblioteca hay mucha gente que no se habla entre sí", describe Román Gubern, "pero sí hay compañía". El rito colectivo de estudiar o leer en una biblioteca se asemeja, según su visión, al del cine. Y como en el cine en salas, la afluencia decae. La multitud solitaria la llamó, ya en los años cincuenta, otro sociólogo, David Riesman. "Las empresas de hardware y software", ironiza Gubern, "conspiran para fomentar la claustrofilia y la agorafobia". Arrancar es el verbo con que el ensayista catalán define "las estrategias necesarias para que la gente salga de casa".
"Cada vez más, las bibliotecas tienden a que nadie venga a ellas", coincide Daniel Buján. Actual director de la Biblioteca de Galicia, Buján se encargó de poner en marcha el centro público Ánxel Casal, que el Estado construyó en Santiago de Compostela y que abrió en 2008. "Pero el libro funciona, se sigue prestando", asegura, antes de referirse a las pruebas de la institución que encabeza sobre el préstamo de e-readers. En las mesas redondas de la Cidade da Cultura, su intervención centró las aproximaciones de los expertos y enumeró problemas concretos a los que se enfrentan las bibliotecas en la época digital.
"Es necesario diferenciar entre una biblioteca de las llamadas nacionales, como la de Galicia, ocupadas de la conservación y que deben guardar todo", aduce Buján, "y las públicas, de difusión de la lectura". Digitalizar un documento cuesta aproximadamente un euro por página. Y los metadatos, la información que adjunta cada elemento digitalizado, tienen que ceñirse, vía directiva europea, al estándar de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. Pero la obsolescencia tecnológica -Buján hace memoria y explica como, a principios de siglo, el CD "iba a ser el formato del futuro"- dificulta las labores: existen fondos en formatos que no se pueden leer, archivos informáticos en programas ya desaparecidos, papeles irreductibles a las técnicas hasta ahora conocidas.
Según el pensador De Kerckhove, en imagen transparente, "el futuro del libro en la biblioteca equivale al oro de la banca: nadie lo usa, pero debe existir, es la garantía, el símbolo".
"Todavía no conocemos la duración de los formatos digitales", alerta, a mayores, Gubern. "Hay expertos que hablan de unos 30 años, es decir, menos incluso que las viejas cintas de vídeo". La experiencia de la Galaxia Leibniz (el filósofo alemán que hace cuatro siglos sentó las bases del sistema binario de lo digital) es todavía incompleta. El propio Gubern recurre a sus ejemplares de la Enciclopedia Británica para expresar la incertidumbre: "La compré en 1995 y fue la última edición en papel que se editó".
El historiador Ramón Villares, que confiesa no imaginar un mundo sin bibliotecas, menciona otras cuestiones inherentes al abandono de la, en terminología de McLuhan, Galaxia Gutenberg. "Que el libro físico conviva con un gran almacén de libros digitales, una biblioteca universal virtual", señala, "acarreará consecuencias, ya las está acarreando, en la industria editorial, y aún no hemos resuelto el problema de los derechos de autoría y la retribución económica de los autores". La historia del libro y de su organización colectiva se entrelazan desde que Aristóteles comenzara a reunir los papiros que formarían el embrión de la biblioteca de Alejandría, en la tercera centuria antes de Cristo.
César Antonio Molina mostró similares preocupaciones: "Una biblioteca, pública o privada, es un templo. La mía está repleta de lugares y calles. Estoy en contra de aquellos que piensan que llegamos a un final; Gutenberg no ha muerto".
Para De Kerckhove no parece que haya vuelta atrás. La humanidad ha dado un paso adelante y aunque, dice, la libertad se reduce "al leer en pantalla", lo digital resulta irremediable también en las bibliotecas. "Ahora deben convertirse en aceleradores culturales, con una posición nodal en la red del conocimiento, al nivel de un gran aeropuerto". Atrás van quedando las avenidas abigarradas de los antiguos centros, aquellos que filmó Alain Resnais en la Biblioteca Nacional de Francia y llamó Toda la memoria del mundo.
Daniel Salgado - Publicado em Babelia / El País
“A vida é o que acontece enquanto você está ocupado, fazendo outros planos."
John Lennon
(Um pergunta de Dr. Pangloss: o lançamento de um disco de grande sucesso mundial, a retomada de carreira solo nos Estados Unidos, uma desavença judicial com o Departamento de Estado norte-americano, vigilância cerrada cotidiana pelos serviços secretos... alguém acredita na história do assassinato pelo fã contrariado por não ter sido reconhecido na fila em frente ao edificio Dakota ou ele foi, de fato, executado por matador contratado? Prêmio Lee Harvey Oswald para quem acertar a resposta.)
Lisbeth Salander e os "wikihackers"
Elio Gaspari
Os maganos da Amazon, do Mastercard, da Visa e do PayPal tentaram asfixiar o WikiLeaks e foram surpreendidos por uma revolta que juntou dezenas de milhares de micreiros, atacou seus portais e derrubou alguns deles. Na Holanda, foi preso um "wikihacker". Tem 16 anos. À força dos poderosos contrapôs-se a mobilização dos teclados da internet. O mundo do sucesso cibernético produziu figuras legendárias como Steve Jobs e Mark Zuckerberg, mas os "wikihackers" vêm de outro universo, onde há algo de transgressor. Por mais que haja "wikihackers" pensando em virar Jobs ou Zuckerberg, quem eles admiram mesmo é Lisbeth Salander.
Com seis piercings só na cabeça e um dragão tatuado nas costas, ela é a micreira antissocial, introspectiva e malvada dos romances do sueco Stieg Larsson, autor da trilogia "Millenium" (25 milhões de livros vendidos). Salander foi magistralmente interpretada por Noomi Rapace no filme "Os homens que não amavam as mulheres".
Gótica, cerebral e emburrada, come o pão que o diabo amassou, mas seus trocos são dolorosos. Uma das desforras faz do Capitão Nascimento um pacifista. A barreira do seu individualismo só é removida quando liga o computador, com o qual faz o que quer. Ambígua até na sexualidade, Salander não é uma personagem que estimule a clonagem, mas todo hacker tem um pouco de Lisbeth.
A prosperidade dos anos 50 e a fé no poder da tecnologia ajudaram o escritor Ian Fleming a construir a figura de James Bond. O poder que a gregariedade da internet dá hoje ao individualismo criou os "wikihackers" e Lisbeth Salander. Bond deixou atrás de si alguns tiques, um modelo de pasta e mais nada. O ataque aos portais da Amazon, do Mastercard, da Visa e do PayPal ensinou a essas empresas onipotentes que atrás de cada monitor não está apenas um freguês.
Elio Gaspari
Cação é tubarão.
Cação não é peixe. Cação é tubarão. Tubarão, cavalo, cachorro, gato, lobo, tigre, elefante não são alimentos para seres humanos.
Noel Rosa, flor de Vila Isabel
Ferreira Gullar
Faz alguns meses, a Folha lançou um CD de Noel Rosa, abrindo uma coleção de música brasileira. Comprei-o e, quando o ouvi no meu carro, fiquei encantado, logo imaginei um espetáculo, com uma única cantora e alguns poucos músicos. Nada de grande show nem orquestra.
Não: ela cantaria seus sambas imortais e, entre um e outro, falaria dele, de sua vida em Vila Isabel, de seus amigos de boemia e das pequenas loucuras que aprontava. Mas ficou nisso. Aliás, não.
Fui atrás de uma biografia do cantor, escrita por João Máximo e Carlos Didier, edição comemorativa de seu 80º aniversário de nascimento, que é muito mais que uma biografia. Com suas 500 páginas, nos faz mergulhar num rico universo de compositores, cantores e instrumentistas e nos revela, ao mesmo tempo, os começos do rádio como difusor de nossa música popular, as relações profissionais e de amizade que resultaram num período de intensa criatividade musical, só comparável ao período da bossa nova.
Tudo isso me deixou tão empolgado que cheguei a falar com Sérgio Cabral, mestre no assunto, do tal espetáculo com músicas de Noel. E só então tomei conhecimento de que, neste ano de 2010, ele completaria cem anos de vida, se não tivesse morrido, em 1937, com pouco mais de 26 anos de idade.
Por isso mesmo, vários espetáculos e homenagens estavam sendo preparados e realizados. Logo, o show que imaginara - mais um entre muitos - não despertaria o interesse dos produtores já engajados na programação comemorativa dos cem anos de nascimento do artista.
Nem por isso deixei de me imaginar na plateia de algum teatro, ouvindo possivelmente Adriana Calcanhotto a interpretar "Com que Roupa", o primeiro sucesso de Noel.Noel o compôs com menos de 20 anos de idade e ele tomou conta da cidade, tocando nas rádios e nos alto-falantes tanto da praça Saenz Peña quanto da avenida Atlântica. Tomou conta também do Carnaval daquele ano, dando início a uma série de sucessos que fariam de Noel um dos mais destacados sambistas daquela época.
Ganhou tanto dinheiro que chegou a comprar um automóvel, no qual saía para conquistar as mocinhas namoradeiras. E ainda buzinava para provocar os amigos, obrigados a fazer suas conquistas a pé. Consideraram essa concorrência desleal, com que Noel concordou e, a partir de então, cada fim de semana, convidava um deles para a caçada motorizada.
Em Vila Isabel, moravam, além de Noel, Lamartine Babo, Nássara e Orestes Barbosa, entre outros. A figura mais famosa da patota era Francisco Alves, cuja voz encantava a todo mundo. Por essa razão, todos os compositores queriam ter músicas gravadas por ele. Valendo-se disso, mau-caráter que era, explorava-os, lhes comprando a parceria.
Os pais de Noel sonhavam com o filho formado em medicina. Ele não se fez de rogado. Estudou, fez o vestibular e foi aprovado. Mas alguém imaginaria Noel Rosa, sentado num consultório, atendendo pacientes e receitando remédios? Ele, no entanto, achava que poderia conciliar o samba e a medicina.
Enquanto isso, passava as noites na companhia dos boêmios, a beber e a cantar sambas. Certa madrugada, em São José dos Campos, de porre, saiu nu pelo corredor do hotel. Tinha uma namorada, parente de um delegado de polícia, Lindaura, que sofria nas mãos dele, pois, a cada noite, a deixava em casa prometendo voltar logo e sumia. Ela, desesperada, saía atrás dele pelos bares e botecos e, quando o encontrava, estava já de porre a cantar e tocar violão numa roda de sambistas.
Ela queria casar; ele não. A mãe termina a expulsando de casa e os dois passam a noite indo e vindo num trem, até amanhecer. Finalmente, em face de tanta pressão, casam-se, para a infelicidade dela, já que quase nunca o tem a seu lado.
Continua a levar as noites bebendo e cantando nas rodas de malandros e, para piorar, se apaixona por Ceci, uma dançarina de boate, que depois o troca por um rapaz bonito e fino, que se chamava Mário Lago.
Assim foi que, comendo mal, dormindo pouco e tomando um porre por noite, contraiu uma tuberculose que o mataria rapidamente. No dia 4 de maio de 1937, morre na mesma Vila Isabel onde nascera. Se se chamasse Raimundo, talvez tivesse completado cem anos de vida ontem, no dia 11 de dezembro.
Ferreira Gullar - Publicado na Folha de São Paulo / UOL