Domingo, 31.01.10

O retrato do fotógrafo

Retrato

 

 

 

Itaci Batista - Retrato do fotógrafo Mário Castello - Fotografia (São Paulo SP Brasil), 2010

publicado por ardotempo às 17:20 | Comentar | Adicionar

A chuva de São Paulo

A cor do céu

 

 

 

 

Felipe Araújo - São Paulo - Fotografia (São Paulo SP Brasil), 2010

publicado por ardotempo às 17:17 | Comentar | Adicionar

A chegada da prostituta no céu

Xilogravura

 

 

 

 

J. Borges - Capa de cordel: A chegada da prostituta no céu - Xilogravura e texto de cordel

publicado por ardotempo às 17:14 | Comentar | Adicionar

Para melhorar a realidade

Chet Baker piensa en su arte
 
Enrique Vila-Matas
 
  
Puedo imaginarme a un lector que quiere saber si tiene talento literario y decide aislarse por unos días en una ciudad extranjera y, sin andarse con medias tintas, escribir allí un ensayo de lo que llama ficción radical crítica. Pero, casi sin darse cuenta y con la contrariedad que esto le representa, se convierte pronto, sin desearlo, en el observador y potencial narrador de una historia tradicional, algo así como un cuento de invierno con personajes.
 
Todo esto sucede en Turín, en el cuarto de un hotel de la Vía Po, cerca de donde Xavier de Maistre escribió su libro más famoso. En cierta forma, el lector, que es secretario perpetuo de la Sociedad del Viaje Alrededor de mi Cuarto, se ha instalado en este hotel para rendir un homenaje al libro del conde de Maistre. Ha dejado por unos días a su mujer y a sus dos hijos en Madrid con la idea de perpetrar ese ensayo, que tendrá la forma de un viaje alrededor de su cuarto, es decir, de su imaginación.
 
Como se ha aislado y todo ha de llegarle de dentro, no está previsto el viaje al exterior. Pero en mitad de la noche, al hacer un alto en su ensayo y acercarse distraídamente a la ventana, ve a dos vagabundos - uno de ellos estirado en el suelo, tal vez demasiado beodo - discutiendo en el filo del horizonte de la Vía Po, junto al último pórtico. Le parece que ambos andan discrepando acerca de la verdad patibularia del mundo, e imagina que podrían llamarse Finn y Hire y aspirar a ser en realidad sólo una persona. El lector decide parar la oreja en gesto inútil porque los dos individuos se hallan en la otra punta de la Vía Po, de modo que no puede oír nada de lo que dicen. Pero, como sea que en otro tiempo aprendió a leer los labios, recurre a sus antiguos anteojos de ópera para averiguar sobre qué realmente discuten.
 
Puedo imaginarme ahora a ese lector completamente perplejo, incluso algo asustado. No hace nada, ni un minuto, estaba pensando en la metafísica infinitud de las farolas de la ciudad iluminada y se dedicaba a recordar escenas de Dr. Jekyll y Mr. Hyde, que le parecían herederas del tema de la Bestia y el Alma en Viaje alrededor de mi cuarto. Y ahora está leyendo labios y descifrando una discusión entre dos vagabundos en el filo de su horizonte visual. Se siente avergonzado porque cree que semejante debilidad por lo narrativo hará que entre en su cuarto la convención novelesca de los diálogos. Se acuerda de unas preguntas que se hacía Liz Moore Ryan en su último libro: "¿Por qué tiene que hablar la gente con un guión delante? ¿Por qué hablamos formando escenas de diálogo?".
 
A medida que descifra lo que dicen sus personajes, va viendo que Finn y Hire tienen un problema de múltiples aristas que seguramente podría solucionarse si se fundieran en una sola persona, como Jekyll y Hyde. Aunque no insalvables, por ahora las diferencias entre uno y otro son grandes. Si no ha leído mal los labios, para Hire la vida es una pipa y una estufa y la sopa humeante esperando en casa, mientras que para Finn, en cambio, la vida es intemperie y hay que aprender en ella a pensar siempre por cuenta propia.
 
-Me gustaría saber - dice Hire - por qué has emprendido una cruzada contra la manía moderna de narrar y de querer entenderlo todo al pie de la letra. Te advierto de que es una batalla perdida de antemano.
 
-Y a mi saber por qué tenemos que hablar de esta forma. ¿Acaso en la vida normal la gente habla con un guión delante?
 
Hire no sabe qué decir y Finn aprovecha para explicarle que no quiere combatir lo narrativo, sólo proyectar las sombras dinámicas de lo ilegible sobre el realismo.
 
Parece que los dos estén solos en la calle. Pero hay alguien más. Al mover los anteojos de ópera hacia la derecha y adentrarse en el callejón oscuro que hay frente al último soportal de la Vía Po, el lector que quería escribir un ensayo descubre que hay un hombre solo sentado en un coche, fumando. La luz del cigarrillo ilumina primero sus mejillas y luego deja ver un rostro grave y escrutador. El lector se acuerda de los días en los que en Nueva York, cuando alguien veía a un hombre fumando en un coche en una calle oscura, daba por supuesto que era Chet Baker que estaba pensando en su arte.
 
Cuando la luz del cigarrillo se desvanece, todo el callejón vuelve a la oscuridad más profunda. Sopla el viento helado de los Alpes. El lector imagina que ese hombre que podría ser Chet Baker está ahí esperando el momento oportuno para llevar a cabo, sin moverse de su coche, toda una gran operación mental, rigurosamente científica, de puro laboratorio Jekyll: fundir a Finn y Hire y pasar a encarnarlos a los dos a la vez, pasar a convertirse en una unidad vagabunda que mejore la realidad. Y también, si es posible, el realismo.
 
El lector pasa a sentir que ha interiorizado a Finn y Hire y se ve a sí mismo fuera del cuarto, en la intemperie invernal, transformado en ese hombre que podría ser Chet Baker y al que ahora mismo está viendo caminar, bajo los soportales, en dirección al hotel. El lector sabe que acogerá calurosamente a ese fumador nocturno, lo saludará como si se tratara de él mismo en pleno y feliz retorno al cuarto después de la más ardua expedición científica. El lector sabrá acoger al viajero que, curtido por los climas perdidos, regresa extenuado para reencontrarse con quien, no hace tanto, con sus anteojos de ópera miraba con tanta inocencia por la ventana. El lector, que ya se ha despedido de su ensayo y de su aislamiento, acogerá a esa Unidad Vagabunda que lo sabe todo sobre él. Abrirá la puerta como si no conociera al intruso, y lo hará simulando cierta desconfianza, como si estuviera diciéndose: Y pensar que hoy no quería que nada me llegara de fuera.
 
Enrique Vila-Matas
tags: ,
publicado por ardotempo às 12:41 | Comentar | Adicionar

Métodos e saúde

"Nunca antes neste país..."

 

 

 

 

Itaci Batista - Brasília Classe A - Fotografia (São Paulo SP Brasil), 2010 

publicado por ardotempo às 12:32 | Comentar | Adicionar
Sábado, 30.01.10

O big-bang da pintura moderna e contemporânea

Paul Cézanne: retrato del artista fracasado

 
Manuel Vicent
   
Ambroise Vollard, vendedor de cuadros, el descubridor de Cézanne, era un tipo agnóstico. Un día le preguntaron: en caso de que le forzaran a elegir religión, cuál escogería. Vollard contestó que era muy friolero, de modo que no dudaría en hacerse primero judío porque en las sinagogas era obligatorio llevar puesto el sombrero; en segundo lugar protestante porque en sus templos solía haber calefacción y nunca católico porque en las iglesias católicas había muchas corrientes de aire. Este hombre tan escéptico y pragmático con la religión fue, no obstante, un visionario para el arte. Había nacido en la isla de la Reunión, donde, de niño, comenzó a coleccionar guijarros y pedazos de vajillas rotas, sobre todo fragmentos de porcelana azul. Su tía Noémie pintaba rosas de papel. El niño quiso saber por qué no pintaba las flores del jardín que eran más bonitas. "Pinto flores de papel porque no se marchitan nunca". Esta misma respuesta le dio Cézanne, muchos años después, en su galería de la Rue Lafitte.
 
Ambroise Vollard fue el primero en darse cuenta del genio de este pintor, que abrió la puerta a la vanguardia, cuando iba por París vestido como un mendigo, mal afeitado, con un chaleco rojo bajo una chaqueta raída y sus cuadros eran objeto de escarnio, rechazados en todos los Salones de pintura. El padre de Paul Cézanne, un sombrerero de Aix-en-Provence, conservador, con leontina de oro, de carácter tiránico, fundador de una banca de provincias, despreciaba el trabajo de su hijo como artista, aunque le tenía asignado un sueldo de subsistencia, ciento veinticuatro francos al mes, para evitarle tentaciones y tenerlo atado. Hasta el día de su muerte pensó que su hijo era un pintamonas. El escritor Émile Zola también consideraba que su viejo amigo Cézanne era un descarriado, sin habilidad para administrar su talento. Habían sido compañeros inseparables de juegos y de estudios en el colegio Bourbon de Aix. Cézanne tocaba la corneta de llaves y Zola el clarinete en una banda creada entre vástagos adolescentes de la burguesía; hacían excursiones por las laderas de Sainte-Victoire o del Pilón del Rey; se bañaban desnudos en el río Arc; recitaban versos de Victor Hugo y juntos viajaron a París soñando con la gloria.
 
Zola se hizo escritor y no tardó en alcanzar la fama. Mientras sus novelas comenzaron muy pronto a tener un éxito extraordinario, Cézanne sólo era un artista inhóspito que se había quedado atrás. No conseguía encontrar lo que buscaba. Apenas comenzaba a pintar, crispaba los puños ante el lienzo, lo desgarraba con la espátula y arrojaba los pinceles contra la pared. Por otra parte enrojecía hasta detrás de las orejas y huía del estudio cuando una modelo comenzaba a desnudarse. Las mujeres le trastornaban, pero acabó juntándose con una costurera bordadora, que a veces posaba para los pintores, Hortense Fiquet, con la que tuvo un hijo, una relación que ocultó a su padre por miedo a su tiranía. Cada día más terco, más indomable, más huraño, se negaba a aceptar las consignas del grupo de los impresionistas que se reunían en el café Guerbois en cuya puerta un día le dijo a Manet, que vestía como un dandy: "No le doy la mano porque no me la he lavado en ocho días".
 
Desde la cima de su éxito Zola contemplaba la ruina de su amigo con una compasión benevolente que acabó convirtiéndose en un desprecio sangrante. Su última novela, Nana, la aventura de una cortesana, vendió en el primer día de lanzamiento cincuenta mil ejemplares, mientras Cézanne tenía que aceptar unos pocos francos a cuenta o unos lienzos nuevos y tubos de colores a cambio de cuadros pintados en la tienda del famoso pére Tanguy, en Montmartre.
 
Zola vivía ya en una mansión fuera de París, con mayordomo y criados; recibía a las visitas sentado en un sillón Luis XV enfrente de una chimenea de mármol, rodeado de tapices, armaduras, estatuas, figuras de porcelanas en las vitrinas, marfiles, un jarrón con un chino pintado bajo una sombrilla, con un ángel de las alas desplegadas colgado del techo con una atadura invisible y cuadros oscuros, entre los que se mezclaban auténticos y falsos, alegóricos y pompiers, pintados con betún de Judea, al que los impresionistas llamaban zumo de iglesia. Tenía también algunos óleos de Cézanne guardados en un armario que no osaba enseñar a nadie. Cuando Ambroise Vollard llegó un día a casa de Zola con una carta de recomendación de Mirbeau, siguiendo el rastro de los cuadros de primera época de Cézanne, que había decidido reunir, el escritor le recibió llevando en brazos a su querido perrito Pinpin. Al preguntarle por los cuadros de su amigo de la infancia, el maestro golpeó con la mano un armario bretón.
 
- "Los tengo encerrados ahí. Cuando recuerdo que les decía a nuestros antiguos compañeros que Paul tenía un genio de gran pintor, aún siento vergüenza."
 
Si les pusiera estos cuadros ante sus ojos... ¡Cézanne!... Aquella vida que llevábamos en Aix y en los primeros años de París. ¡Todos nuestros entusiasmos! Ah, ¿por qué no produjo mi amigo toda la obra que yo esperaba de él? Por más que le decía que poseía el genio de un gran pintor y que tuviera el valor de llegar a serlo, no escuchaba ningún consejo. Intentar que entrara en razón era como tratar de convencer a las torres de Notre-Dame para que bailen.
 
Zola poseía diez obras de Cézanne ocultas entre cacharros y una de ellas no se encontró bajo el polvo hasta 25 años después de la muerte del escritor, ocurrida en 1927. El desencuentro con su amigo se produjo cuando Cézanne se vio reflejado, bajo el nombre del protagonista Claude Lautier, en la novela de Zola L'Oeuvre, que trataba de un pintor fracasado, ejemplo de la impotencia artística y de la quiebra de un genio, en la que al final el héroe se suicida. Cézanne la consideró una traición.
 
 
Mientras tanto, Ambroise Vollard había comenzado a acaparar todos los cuadros de Cézanne que encontraba; había adquirido los del pére Tanguy que se subastaron en el hotel Drouot a su muerte; viajó a Aix-en-Provence donde ahora, ya viejo y rico heredado de banquero, pero todavía escarnecido, Cézanne seguía pintando sin encontrar lo que buscaba, y arrojaba los cuadros por la ventana sobre los árboles del jardín y así vio Vollard cerezos cuajados de bodegones con manzanas; el marchante compró también todos los cuadros que los vecinos tenían arrumbados en las carboneras y desvanes, que el pintor había regalado y que le ofrecían desde los balcones. En su galería de arte de la Rue Lafitte entró un día la coleccionista Gertrude Stein.
 
-¿Qué vale este Cézanne?
 
- Quinientos francos -contestó Vollard.
 
-¿Si compro tres?
 
- Mil quinientos.
 
-¿Y si le compro los diez que tiene?
 
- Entonces, cincuenta mil.
 
- ¿Por qué?
 
- Porque entonces me quedo sin Cézanne.
 
Obsesionado por dar toda la profundidad y consistencia a la materia Cézanne había comenzado a estructurarla en planos cada vez más íntimos de luces entrecruzadas hasta descomponerla. Así dio paso al cubismo de Picasso, al fauvismo de Matisse y al abstracto de Kandinski.
 
A partir de ahí la pintura del siglo XX rompió todas las amarras.
 
Pero la gloria no le llegaría a Cézanne hasta la gran exposición que montó Vollard en su galería, la cual propició después la retrospectiva que se realizó en París, en 1904, en el Salón de Otoño, dos años antes de la muerte del pintor. Hoy a Zola se le recuerda sólo por un artículo, J'accuse, publicado en L'Aurore, sobre el caso Dreyfus, el 13 de enero de 1898. Mientras su amigo, el artista fracasado de su novela, es el pintor cuya cotización sigue siendo la más alta de la pintura moderna.
 
Manuel Vicent - Publicado em Babelia - El País
publicado por ardotempo às 12:09 | Comentar | Adicionar
Sexta-feira, 29.01.10

Branco piscina

Fotografia

 

 

 

Gilberto Perin - A piscina - Fotografia (Rio de Janeiro RJ Brasil), 2009 

publicado por ardotempo às 10:46 | Comentar | Ler Comentários (1) | Adicionar

A vida é trompe-l'oeil

 

 

 
A vida é a da sorte e a do azar.
A escolha faz o final.
Uns a têm, outros não.
Simplesmente
uma face, outro lado.
Sinônimo da sobrevivência,
do excelente viver. 
A medida é possuir a sorte
ou estar congelado ao azar.
Num país como o Brasil
é só o que conta.
Noutros também.
A vida é útil e bela em si.
Mas o seu fluxo,
seus destinos arbitrários
são injustos e desequilibrados.
Parecem arquitetados pela mente
mais doentia e perversa que
se pode imaginar existir como
a divindade de torto senso.
Honestidade é a fraqueza mais débil,
lealdade, um bilhete roído pelos ratos,
talento é escatologia,
inteligência para o bem, uma utopia,
cultura e elegância, motivação de
escárnio e deboche.
Supérfluos descartáveis.
A vida é vale-tudo,
golpe baixo, ética gasosa.
Condena alguns aos infortúnios
mais desesperados,
injustiças próprias às maldades 
dos demônios,
castiga a quem não merece
e contempla guarida, confortos,
benefícios e extravagâncias
a quem nunca os apontou.
Esforços são dos tolos.
Ouro folhea biografias.
É assim por todo o lado.
Basta olhar ao lado.
Seja mau,
mentiroso,
enganador,
você será 
admirado,
temido,
respeitado, 
ganhará a proteção
dos deuses e
como prêmio,
o paraíso na Terra.
publicado por ardotempo às 10:44 | Comentar | Adicionar
Quinta-feira, 28.01.10

Calçados amarelos

A vaca roqueira

 

 

 

Itaci Batista - Vaca Roqueira - Fotografia (São Paulo SP Brasil), 2010

publicado por ardotempo às 22:41 | Comentar | Adicionar

O que ler no iPad?

iPad deve demorar a chegar ao Brasil e preço vai ser salgado
 
No final de março, os norte-americanos, os canadenses, os portugueses (e os outros europeus) já vão poder comprar seu iPad, o tablet lançado ontem pela Apple, na versão apenas com wi-fi, Já a versão como suporte a redes 3G estrá disponível em abril. Mas os brasileiros talvez tenham que esperar bem mais. Devido às especificidades do aparelho, como conectividade sem fio, wireless, Bluetooth é preciso uma homologação especial da Agência Nacional de Telecomunicações (Anatel), que não costuma ser muito ágil neste tipo de processo. No caso da versão com acesso à internet através de redes 3G, a espera pode ser ainda maior, já que também é necessária uma negociação com as operadoras de telefonia celular sobre o plano de dados. 
 
Mas o preço do aparelho no país deverá ser bem caro. Quando o iPhone chegou país, o preço de importação era em torno de US$ 500. E o aparelho chegou para os consumidores, acrescido dos impostos pelas operadoras, com preços em torno de R$ 1.200,00. Alguns cálculos iniciais apontam que o iPad, com suporte 3G, que na versão mais barata nos EUA custa US$ 629, não deve ser ser vendido por menos R$ 2.000,00, já com os impostos das operadoras.
 
Mas o problema maior nem é o fascínio sedutor do gadget e sim o que ler nele (falando em livros) pois não há quase nada disponível para ler em português ou em espanhol no Kindle e o mesmo acontecerá ainda por muito tempo com iPad.
 
A questão é se vai valer a pena pagar este preço todo. Depois de toda a sensação em torno do lançamento do tablet da Apple, já começaram as primeiras críticas. Uma delas é o fato dele não ser multitarefa, ou seja, só é possível executar um aplicativo por vez. O TechCrunch, um dos blogs mais respeitados de tecnologia, não poupou críticas: "não substitui o iPhone, porque não é um telefone. Não substitui o iPod Touch porque não é nem um pouco portátil. E quem já tem computadores 'verdadeiros' não precisa, na realidade, de um tablet".
 
Volta a pergunta: o que ler no iPad?
 

Publicado no Globo 

publicado por ardotempo às 21:09 | Comentar | Adicionar
Quarta-feira, 27.01.10

Das Geraes profundas

As cores mineiras de Mário Castello

 

 

 

 

 

Mário Castello - Natureza mineira - Fotografia (Sul de Minas Minas Gerais MG Brasil), 2009

publicado por ardotempo às 21:53 | Comentar | Ler Comentários (1) | Adicionar

Eu quero

iPad

 

 

publicado por ardotempo às 21:14 | Comentar | Adicionar

Livros serão tijolos para ajudar a reconstruir

Uma jangada de pedra para o Haiti
 
"As minhas palavras serão de agradecimento. A Fundação José Saramago teve uma ideia, louvável por definição, mas que poderia ter entrado na história como uma simples boa intenção, mais uma das muitas com que dizem estar calcetado o caminho para o inferno. Era a ideia editar um livro. Como se vê, nada de original, pelo menos em princípio, livros é o que não falta. A diferença estaria em que o produto da venda deste se destinaria a ajudar as vítimas sobreviventes do sismo do Haiti.
 
Quantificar tal ajuda, por exemplo, na renúncia do autor aos seus direitos e numa redução do lucro normal da editora, teria o grave inconveniente de converter em mero gesto simbólico o que deveria ser, tanto quanto fosse possível, proveitoso e substancial. Foi possível.
 
Graças à imediata e generosa colaboração das entidades que participam na feitura e difusão de um livro, desde a fábrica de papel à tipografia, desde o distribuidor ao comércio livreiro, os 15 euros que o comprador gastará serão integralmente entregues à Cruz Vermelha para que os faça seguir ao seu destino. Se chegássemos a um milhão de exemplares (o sonho é livre) seriam 15 milhões de euros de ajuda. Para a calamidade que caiu sobre o Haiti 15 milhões de euros não passam de uma gota de água, mas A Jangada de Pedra (foi este o livro escolhido) será também publicada em Espanha e no mundo hispânico da América Latina.
 
Quem sabe então o que poderá suceder? A todos os que nos acompanharam na concretização da ideia primeira, tornando-a mais rica e efectiva, a nossa gratidão, o nosso reconhecimento para sempre."
 
José Saramago
 

 

publicado por ardotempo às 11:39 | Comentar | Adicionar

Expectativa

Na passarela da Estação da Luz 

 

 

 

Mário Castello - Estação da Luz - Fotografia (São Paulo SP Brasil), 2010

publicado por ardotempo às 11:07 | Comentar | Adicionar

LEr-Parar-lER-paRar-leR-lEr-pARaR-paRaR

Libros que no acabé de leer

 
Santiago Gamboa
 
Existen diferentes y muy variadas razones para no acabar un libro. Desde la muy salvaje de perderlo o que nos sea sustraído durante su lectura, como me pasó con Viaje al fin de la noche, de Céline, en una pensión de Lisboa, hasta el que dejamos de lado voluntariamente, con pleno conocimiento de causa. La razón más extraña que conozco le pasó a un viejo colega: tuvo que dejar inacabada Plataforma, de Houellebecq, porque se le quemó, ¿y cómo se puede quemar un libro? Pues sí, dormía en un balcón, el libro cayó al primer piso sobre una estufa y se convirtió en ceniza.
 
 
También puede uno dejar un libro por considerar que ya se acabó, aun cuando falten por leer cien páginas, como me pasa con frecuencia, la última vez con América, de James Ellroy. Estos libros, por lo general llenos de retruécanos, lo muestran todo en la primera mitad y el resto ya es sólo seguir y seguir, entre episodios similares y frases ingeniosas, pero sin un motivo preciso. Los hay también de extrema densidad que se resisten a ser leídos de un tirón, y entonces uno los deja por un tiempo y vuelve y avanza otro poco, y los deja de nuevo; esto me pasa con novelas como La decisión de Sofía, de William Styron, que voy leyendo hace como diez años y nunca termino, o con El Maestro y Margarita, de Mijaíl Bulgákov, que leo en dosis pequeñas, y sobre todo con las obras de Osvaldo Lamborghini, que son tan salvajes, duras y atroces que sólo puedo avanzar una página o página y media al mes, máximo. ¿Para qué sentir urgencia de acabarlas en los libros si, al fin y al cabo, en la vida las historias no tienen principio ni fin?, como recuerda Graham Greene al principio de El fin del romance.
 
Tampoco es necesario acabar de leer ciertos libros. Uno lee un poco y ya se da cuenta de qué es lo que hay dentro. Como en la cocina: con un plato de sopa basta, no es necesario tomarse la olla entera para disfrutarla a fondo. Esto me pasa con las extraordinarias narraciones de Philipe Sollers, uno de mis autores favoritos del que jamás he terminado un libro. Más que una historia, lo que hay es precisamente un sabor, una temperatura especial o un estado de ánimo, y uno recurre a él para eso, para tomarse un plato. Da lo mismo leer ciento veinte o doscientas páginas, el sabor es el mismo. Igual me ocurre con Thomas Bernhard. Su dureza con la vida, su malestar al borde del cabreo con todo lo humano, contienen ese sabor áspero que por un tiempo nos hace ver el mundo con frialdad, como si se tratara de un gigantesco hormiguero. Son novelas sin historia. No es una prosa que corre en sentido horizontal y por ello no es necesario leerlas hasta el final para estar en ellas.
 
 
Releo y noto que no me he referido a los libros malos. En mi experiencia de lector hay dos tipos de libros malos: los que son, por decirlo así, intrínsecamente malos e insuficientes, y los que lo son de un modo correcto, con una estructura bien apuntalada. Hay libros malos que están muy bien escritos y éstos a la larga son los peores, pues suelen tener muchos lectores que creen que la lectura fácil es la verdadera literatura. Los editores los llaman "literatura comercial de calidad". Estos libros, más que no acabarlos, lo que se debe hacer es jamás empezarlos.
 
Santiago Gamboa - Publicado em Babelia - El Pais /
Indicado pelo blog Bibliotecário de Babel
tags:
publicado por ardotempo às 00:21 | Comentar | Adicionar
Terça-feira, 26.01.10

SAM-Livros / Livraria virtual por internet

Livraria virtual - envio com fretegrátis para todo o Brasil *

(Correio Registrado)

 

SAM-Livros

 

 

 

 

Os limites do impossível - Contos gardelianos  - Valor:R$ 30,00
© Aldyr Garcia Schlee
 
Livro de contos - 204 páginas - 2009
Capas: imagens fotográficas de Mário Castello
ISBN nº 978-85-62984-00-6

Edições ARdoTEmpo

 

* (válido somente em território nacional - Brasil)

publicado por ardotempo às 22:44 | Comentar | Adicionar
Segunda-feira, 25.01.10

"Não me coma"

Parar de comer carne pode salvar o planeta?

 

James Kanter 

 

 

 

 

Os representantes que chegavam aos portões da conferência sobre o clima em Copenhague, no mês passado, eram recebidos por mulheres vestidas como animais peludos segurando placas mostrando imagens de carneiros, vacas e porcos e alertando: "Não me coma".

 

As mulheres eram representantes de Ching Hai, a líder de um grupo que defende a adoção de preceitos budistas, incluindo seguir uma dieta vegetariana. Enquanto faziam fila por horas sob condições congelantes, muitos dos delegados pareciam gratos pelos lanches bem embalados - sanduíches sem carne - que as mulheres distribuíam de graça.

 

Os seguidores de Ching Hai dizem que uma das metas principais dela é combater desastres ambientais, e seus representantes em Copenhague pareciam ávidos em divulgar a mensagem de que o metano, expelido em grandes quantidades por vacas e outros rebanhos criados pelas indústrias de carne e laticínios, está entre os mais potentes gases do efeito estufa. Mas as virtudes do vegetarianismo como parte do combate à mudança climática estão longe de ser uma questão apenas para aqueles com inclinação espiritual.

 

Muito antes do encontro de cúpula em Copenhague, o aumento da demanda por carne e laticínios, particularmente entre a crescente classe média de países como China e Índia, com economias em rápido desenvolvimento, fez com que os elos entre a mudança climática e a política alimentícia se transformassem em um elemento importante no debate em torno do que fazer a respeito do aumento dos níveis dos gases do efeito estufa. O assunto pareceu ganhar força nas semanas que antecederam a conferência em Copenhague, com figuras proeminentes dos mundos da ciência e do entretenimento entrando na briga.

 

Falando no Parlamento Europeu no início de dezembro, o Beatle Paul McCartney disse que há uma necessidade urgente de fazer algo a respeito da produção de carne, não apenas por causa de seus efeitos sobre o clima, mas também por causa de questões relacionadas, como desmatamento e segurança das reservas de água

 

McCartney, que há muito defende o vegetarianismo, pediu aos legisladores europeus que apoiem políticas que encorajem os cidadãos a evitarem de comer carne pelo menos um dia por semana, algo que poderia virar tão comum como reciclagem ou carros que rodam com tecnologia híbrida. Funcionários públicos na cidade belga de Ghent e crianças em idade escolar de Baltimore já realizam o dia sem comer carne uma vez por semana, ele afirmou.

 

McCartney estava acompanhado no Parlamento por Rajendra Pachauri, o presidente do Painel Intergovernamental sobre Mudança Climática e ganhador do Prêmio Nobel da Paz de 2007, que é a principal entidade da ONU que estuda o clima.

 

A conscientização pública dos problemas associados à carne é baixa, e as autoridades poderiam considerar impor uma sobretaxa sobre a carne bovina para desencorajar o consumo, disse Pachauri em comentários divulgados pela agência de notícias France-Presse.

 

Os produtores de carne imediatamente rotularam os comentários como um ataque à indústria e críticas vieram até de lugares tão distantes quanto a Nova Zelândia. "Cortar a carne por um dia pode parecer uma solução simples, mas há pouca evidência mostrando qualquer benefício", disse Rod Slater, o presidente-executivo da Beef and Lamb New Zealand, para a associação de imprensa do país."Sugerir que a carne não é verde é uma difamação emotiva contra uma indústria que continua investindo em pesquisa, lutando por maiores melhorias", acrescentou Slater, que disse que as pessoas que vivem na Nova Zelândia obtêm suas necessidades nutricionais diárias e grande parte de suas proteínas, zinco e vitamina B12, da carne bovina e de carneiro.

 

De fato, como várias outras áreas de pesquisa na ciência climática, a intensidade dos gases do efeito estufa na produção de carne é contestada. Quando um estudo na edição de novembro-dezembro da revista "World Watch" alegou que mais da metade dos gases produzidos pelo homem e que aquecem o planeta eram causados pela indústria da carne, um grupo de pesquisa do setor rebateu que um estudo da Organização das Nações Unidas para a Agricultura e a Alimentação (FAO) já tinha mostrado que o número relevante era mais próximo de 18%.

 

O estudo publicado na "World Watch" fracassou em "realçar os contrafatuais - como, por exemplo, seria um mundo sem rebanhos domesticados", escreveu Carlos Sere, diretor-geral do Instituto de Pesquisa Internacional de Rebanhos, em Nairóbi, na "Green Inc." em novembro. "Os herbíveros selvagens e cupins não poderiam tomar muitos desses ambientes, produzindo no final tantos gases do efeito estufa quanto os ruminantes domesticados?", perguntou Sere. "Nós, francamente, não sabemos ainda." Certamente a questão pode ter muito mais nuances do que alguns comentaristas sugerem.

 

Por exemplo: gado alimentado no pasto pode ter uma pegada de carbono muito menor do que aquele alimentado com ração e em confinamento, porque os animais em pastos exigem menos insumos baseados em matérias-primas fósseis como fertilizantes e porque eles ajudam o solo a retirar carbono. Esforços renovados estão em andamento para se chegar ao fundo do assunto.

 

No início deste mês, a Organização Mundial para a Saúde Animal disse que estudaria o efeito da produção de carne sobre a mudança climática, diante dos pedidos de seus países membros. "É uma questão que precisa ser estudada com bastante isenção", disse Bernard Vallat, o diretor-geral da organização, em uma coletiva de imprensa segundo a agência de notícias Reuters. "Nós queremos dar uma contribuição modesta e independente", ele declarou.

 

Vallet explicou que uma das questões mais espinhosas é como envolver a agropecuária nos esforços para reduzir os gases, mantendo ao mesmo tempo a segurança alimentar.

 

Sere, do instituto de pesquisa dos rebanhos, reconheceu a necessidade do desenvolvimento de uma forma de produção de rebanhos entre a pecuária industrial e familiar, que eliminaria a pobreza sem esgotar os recursos naturais ou prejudicar o clima. Ele disse que os ambientalistas devem ter em mente que "a maior preocupação de muitos especialistas em relação aos rebanhos nos países em desenvolvimento não é seu impacto sobre a mudança climática, mas, sim, o impacto da mudança climática sobre a produção dos rebanhos".

 

Os "ambientes tropicais mais quentes e mais extremos que estão sendo previstos não ameaçam apenas até um bilhão de meios de vida baseados na pecuária, mas também o suprimento de leite, carne e ovos para as comunidades famintas que mais necessitam desses alimentos", ele concluiu.

 

Publicado no UOL 

tags:
publicado por ardotempo às 17:50 | Comentar | Adicionar

Fumaças

Charutos e cigarros

 

 

 

 

 

 

Sir Alfred Hitchcok (Fotografia de Philip Haslmann) / Albert Camus (Fotografia de Henri Cartier-Bresson)

publicado por ardotempo às 15:18 | Comentar | Adicionar

Desenho de Siron Franco

Desenho inédito de Siron Franco

 

 

 

 

 

Siron Franco - Sem título - Desenho (Aparecida de Goiânia GO Brasil), 2009

tags: ,
publicado por ardotempo às 14:56 | Comentar | Adicionar
Domingo, 24.01.10

Borgesiana

Fazer silêncio

 

 

 

 

 

Lápide - Jorge Luis Borges / Genebra, Suiça 

publicado por ardotempo às 22:16 | Comentar | Adicionar

Certo de que era o que não era

Uns mentem, outros deliram
 
Ferreira Gullar
 
Seria simplificação excessiva dividir os políticos em duas categorias distintas: a dos honestos, sinceros, imbuídos de espírito público, e a dos desonestos, mentirosos e voltados apenas para seus próprios interesses: enfim, anjos de um lado e demônios, do outro.
 
Sabemos que não é assim, e alguns escândalos ocorridos há pouco, no Congresso e fora dele, deixaram isso bem claro. Daí sermos levados a considerar que, queiramos ou não, o mundo político tem características peculiares que, se não nos devem levar a abrir mão das exigências éticas no comportamento de qualquer cidadão, ensinam-nos a admitir uma margem de tolerância que permita ao transviado arrepender-se e corrigir-se, mesmo porque todos nós estamos sujeitos, vez por outra, a pisar na bola.
 
É certo que há erros e erros e, como se sabe, se errar é humano, persistir no erro é indesculpável. E, infelizmente, em nosso universo político, há muitos que não apenas erram e persistem, como abusam da tolerância alheia.
 
Os valores éticos não podem ser relativizados, é claro, mas o desvio será tanto mais grave quanto mais importante for o lugar que ocupe o infrator no âmbito da sociedade. Por exemplo, o suborno é inaceitável, seja praticado por quem for, mas será certamente mais grave se quem o praticar for o governador do Distrito Federal ou um senador da República. Não será menos grave se se tratar de um ministro de Estado e, mais grave ainda, se for o presidente da República. Este, então, por sua condição de chefe de Estado, está obrigado a seguir com rigor e transparência todas as normas éticas e constitucionais.
 
Pois bem, mentir não é pecado apenas perante Deus, mas igualmente perante os cidadãos. Há um tipo de político para quem isso não tem importância, desde que contribua para manter seu prestígio ou a governabilidade. Há mesmo aqueles que garantem serem mentirosas as acusações verdadeiras que lhes são feitas, atribuindo-as aos adversários políticos ou à imprensa. Eles têm consciência de que a maioria da opinião pública sabe que mentem, mas estão se lixando para ela, já que os seus currais eleitorais só acreditam no que eles dizem e sempre votarão neles. O resultado é que importa, o pragmatismo está acima da ética.
 
E não é isso que fazem tantos políticos e, entre eles, Lula e seu partido? Todo mundo sabe que eles se opuseram ferozmente à política econômica do governo anterior, chegando Lula a afirmar que o Plano Real era um golpe eleitoral que não duraria seis meses; que a Lei de Responsabilidade Fiscal era uma farsa e o Proer, um pretexto para dar dinheiro a banqueiros. No entanto, desde o primeiro dia de seu governo, Lula aplica essas medidas que combateu, sem jamais dizer que as herdou do governo passado. Pelo contrário, sua turma afirma que FHC lhes deixou uma herança maldita, quando, na verdade, a inflação de 2002 foi provocada pela possível vitória de Lula, que assustava os investidores. E, como se não bastasse, não hesitam em dizer que a oposição não tem programa de governo, sabendo que se apropriaram dele, uma vez que ostentam, como seu, o programa que era do governo anterior.
 
Deve-se reconhecer que ter seguido a política econômica que dera certo foi uma decisão correta do governo Lula, mas como admitir que governa apoiado nas medidas que, se dependesse dele e seu partido, jamais teriam sido adotadas? Não o admite porque seria aceitar que deve grande parte de seu êxito ao adversário, o que desarmaria a tese segundo a qual ele, Lula, não é apenas mais um presidente que o povo elegeu, e, sim, o único, até hoje eleito, que efetivamente o representa.
 
 
Essa convicção não se baseia em argumentos lógicos e, sim, numa visão mistificada, segundo a qual, depois de séculos, um filho do povo, nascido na pobreza, derrotou os ricos e tomou-lhes o poder. Por essa razão, o próprio Lula considera-se um predestinado. Não por acaso, em seus discursos, ele sempre afirma: "Nunca antes na história deste país...". E quer anular tanto o TCU quanto a imprensa, já que um predestinado não pode ser nem fiscalizado nem criticado.
 
Por isso mesmo, não diria que ele é um mentiroso nem um farsante, já que está convencido do papel que a História lhe teria destinado. Lembra-me aquele personagem de Gogol que, chegando à província, foi tomado equivocadamente como o inspetor geral a serviço do czar e passou então a agir como tal, certo de que era o que não era. Lula, como aquele personagem, pode acordar dessa ilusão, em 2010, quando o verdadeiro inspetor chegar à cidade. Ou não.
 
© Ferreira Gullar - Publicado na Folha de São Paulo / UOL
tags:
publicado por ardotempo às 17:27 | Comentar | Adicionar

Letras alinhadas

Desenho

 

 

 


 

Desenho - Tinta china, aguadas e pena caligráfica

tags:
publicado por ardotempo às 01:15 | Comentar | Ler Comentários (1) | Adicionar
Sábado, 23.01.10

Milagres não há

 

Vacilantes rostos do passado

 

António Lobo Antunes

 

 

 

 

Vacilantes rostos do passado: os meus avós, os meus tios, a minha bisavó, já tontinha, um militar com as tripas nas mãos a olhar-me na picada, numa atitude de oferta. Silenciosos verões, a serra da Estrela que continua a fazer-me sonhar, o céu da noite sobre as ramadas dos pinheiros. Cheiros da Beira Alta que só a mim pertencem, da roupa engomada nas gavetas e o do incenso, na igreja, quando era menino do coro e as flechas de São Sebastião, num altar lateral, me atormentavam. Riscos encarnados a imitarem sangue no corpo de pasta.

 

A minha embirração por São Luís Gonzaga, possuidor de todas as virtudes que eu não tinha: obediência aos pais, bom aluno, simpático até ao enjoo e, segundo a pagela, esmoler. Ainda hoje a palavra esmoler me provoca uma reacção no género da que me transtorna quando uma faca raspa o fundo de um prato ou o giz, na escola, guinchava na ardósia. Esmoler não lembra ao diabo mas lembrou ao biógrafo de São Luís Gonzaga, que devia ter sido fuzilado no berço antes de ter tempo de crescer e escrever aquilo. O problema das crianças é que se tornam adultos: os gatos, por exemplo, são sempre gatos, que alívio. E os cavalos de carrossel não mudam nunca. Saudades do carrossel em forma de oito:

 

- Viaje no oito que viaja melhor

 

berrava o altifalante, e atrás do microfone um homem gordo, de bexigas, a piscar o olho às pequenas jeitosas enquanto limpava o suor das bochechas com um lenço gigantesco, esse não um vacilante rosto do passado, uma cara pavorosamente nítida, de anel do tamanho de uma algema no dedo. Silenciosos verões durante o dia, os insectos do crepúsculo contra a lanterna do alpendre, asas queimadas crepitando. O sorriso do meu avô surdo que poisava em nós sem nos tocar e se ausentava num abismo de mudez. O bolso do casaco dele cheio de palitos que não sei para que lhe serviam, não os punha na boca. Depois de morrer o casaco, de linho branco, permaneceu que tempos no cabide. Era bonito e triste, de uma melancolia amável. Não me ligava nenhuma, dava ideia de não ligar a ninguém. Sorria apenas. Vacilantes rostos ou sombras? Isto parece a introdução do Fausto de Goethe, vou mudar a agulha. Lembro-me da minha mãe cantar, lembro-me de parecer nossa irmã, lembro-me de eu a querer escrever. Com cinco ou seis anos copiava coisas dos jornais e considerava-as minhas. Fazia versos. Por volta dos treze anos comecei a entender que não tinha talento e seguiram-se séculos e séculos de prosa. Na altura ainda fazia essas diferenças. As prosas eram, evidentemente, horríveis, tinha consciência disso, mas tinha também a certeza inabalável, de cimento, que iria fazer o que nunca, antes de mim, se fizera.

 

É esquisito que ainda hoje não pasme com a minha convicção de garoto. Como Bocage ao acabar de dizer um poema:

 

- Isto é meu, isto não morre.

 

Pois, mas morreu ele. Claro que nessa altura não me preocupava o que preocupava Balzac e ainda me preocupa hoje: a forma interna, as possibilidades internas do material, a administração das palavras no interior do texto, mas não vou aborrecer as pessoas com problemas técnicos. Quero que o canalizador me ponha a torneira a funcionar, não me interessa como o faz. E a maior parte dos leitores exigem resultados, o meio de os atingir é-lhes indiferente, enquanto a mim, por dever de ofício, o que me atrai num livro é desmontá-lo, ver o por dentro, os parafusos, as rodas dentadas, os amortecedores

 

(amortecedores é fundamental)

 

as bielas, a tralha escondida que põe a funcionar tudo aquilo. Quando John Cheever escreve "numa boa página de prosa ouve-se chover" a questão é como se chegou a isso, que milagres não há. De que maneira treinar a cabeça e a mão, apagar da memória tudo o que não faz parte do livro, aprender, até a tornar instintiva, a fazer a triagem do que nos irá servir e jogar fora resto. Que longo caminho até chegar aqui. E, ao mesmo tempo, a sensação de que estamos sempre a começar. Queridos, vacilantes rostos do passado. Daqui a nada eu, passado igualmente, na memória dos outros:

 

- Como era o António, que não me recordo bem?

 

Casaco e palitos não tinha, sorriso pouco, quase não falava. Sujeitava-se mal à ordem das coisas. Tentou, a vida inteira, conseguir vários níveis de emoção em cada frase e concentrar num nada o mundo todo. O resto considerava-o inútil. Um dia morreu. Deixou parágrafos. Na esperança que as asas queimadas dos insectos do crepúsculo contra a lanterna do alpendre crepitem não um segundo mas a eternidade inteira. Na esperança, não. Seguro disso, enquanto o céu da noite continuará sobre as ramadas dos pinheiros, no lugar onde foi mais feliz.

 

© António Lobo Antunes

tags:
publicado por ardotempo às 01:39 | Comentar | Ler Comentários (1) | Adicionar

Efeito Borboleta - 2

 
 
 
 
Relatividade
 
 
 
Quando os canhões retumbam
lá em Rakke
muda-se a borboleta
para outra flor.
 
Ou visto a partir da perspectiva
da borboleta: Quando se muda
a borboleta para outra flor
retumbam os canhões em Rakke.
 
 
 
Ernst Orvil

 

 

 

 

 

 

 

Enviado por Mariana Ianelli

tags:
publicado por ardotempo às 00:44 | Comentar | Adicionar
Sexta-feira, 22.01.10

Efeito Borboleta

Maurits Cornelis Escher 

 

 

 

 

 

Borboletas / M.C. Escher - Litogravura - Enviado por Mariana Ianelli

publicado por ardotempo às 21:07 | Comentar | Adicionar
Quinta-feira, 21.01.10

Paris, de Vila-Matas

Paris não tem fim
 
 
Primeira página
 
"Fui a Key West, Florida, y me inscribí en la edición de este año del tradicional concurso de dobles del escritor Ernest Hemingway. La competición tuvo lugar en el Sloppy Joe's, el bar favorito del escritor cuando vivía en Cayo Hueso, en el extremo sur de Florida. No es necesario decir que presentarse a ese concurso - repleto de hombres robustos, de mediana edad y con poblada barba canosa, idénticos todos a Hemingway, idénticos incluso en su vertiente más estúpida - es una experiencia única. 

Yo llevo no sé ya cuántos años bebiendo y engordando y creyendo - en contra de la opinión de mi mujer y mis amigos - que cada vez me parezco más físicamente a mi ídolo de juventud, a Hemingway. Como nadie me ha dado nunca la razón en esto y yo tengo un carácter más bien fuerte, quise darles una lección a todos y, provisto de una barba postiza - que pensé que mejoraría mi parecido con Hemingway - me presenté este verano al concurso.

Debo decir que hice un ridículo espantoso. Y es que fui a Key West, concursé y quedé el último o, mejor dicho, fui descalificado, y lo peor de todo es que no me apartaron de la competición porque hubieran descubierto la barba postiza -que no la descubrieron-, sino por mi "absoluta falta de parecido físico con Heminway"."
 
 
 
© Enrique Vila-Matas (Paris não tem fim / Cosac Naify, Brasil 2007)
publicado por ardotempo às 19:51 | Comentar | Adicionar

Lápide

Itaci Batista

 

 

  

 

Itaci Batista - O buraco do lixo - Fotografia (São Paulo SP Brasil), 2010

publicado por ardotempo às 14:38 | Comentar | Adicionar

Olho machucado

Pintura

 

 

 

 

Lucian Freud - Auto-retrato com o olho machucado - Pintura / Óleo sobre tela (Londres Inglaterra UK), circa 1970

tags: ,
publicado por ardotempo às 01:19 | Comentar | Adicionar
Quarta-feira, 20.01.10

Pés sobre pedra

Así va

 

Rosa Montero

 

 

 

 

Cuando Lisboa fue destruida por un terremoto en 1755, la Iglesia católica dictaminó que era un justo castigo de Dios (¿les recuerda algo semejante derroche de compasión?). Y la obvia insensatez de esa afirmación cruel (habían muerto miles de inocentes, niños incluidos, en un país además especialmente religioso) creó una conmoción mundial y una reacción aconfesional encabezada por Voltaire. Aquel seísmo fue el comienzo de la muerte de los dioses.

 

Han pasado 250 años de aquello, pero la Iglesia sigue diciendo cosas igual de insensatas e insensibles. Las crudas palabras del obispo Munilla (que la pobreza espiritual de España es un mal mayor que la tragedia de Haití) también han provocado un sonoro escándalo. Para peor, en vez de pedir excusas, el prelado se justificó diciendo que hablaba a "nivel teológico", con lo cual solidificó su error de expresión y lo convirtió en lo que sin duda es: pura y berroqueña ideología. Ah, sí, seguro que hablaba teológicamente.

 

Sólo hundido a ciegas en el dogma puede uno tener una percepción tan deformada de la realidad y creer que la tibieza católica de los españoles es peor que el atroz sufrimiento de los haitianos y que el pavoroso colapso de un país entero: un abismo en la Tierra.

 

Es la teología como sinónimo del fanatismo.

 

Si Munilla quería hacer una reflexión moral, podría haber hablado de que el horror de ahora es una consecuencia del horror de antes. Haití, ya se sabe, es uno de los países más míseros, corruptos y desesperados del planeta; la esperanza de vida no llega a los 52 años y sólo uno de cada 50 ciudadanos recibe salario. Eso sí que es pobreza espiritual; quiero decir que algo funciona muy mal en un mundo que permite la existencia de estos infiernos. Pero, ya ven, a Munilla y Cía. sólo parece interesarles lo teológico.

 

Así va la Iglesia: matando ella sola a Dios con sus torpezas.

 

Rosa Montero

Imagem: Gilberto Perin - Pés sobre pedra - Fotografia, 2009

 

Publicado pela Fundação José Saramago 

publicado por ardotempo às 20:23 | Comentar | Ler Comentários (1) | Adicionar

Quadrinhos contam histórias

Fashion

 

 

Gilberto Perin - Quadrinhos - Fotografia (Rio de Janeiro RJ Brasil), 2009

publicado por ardotempo às 19:43 | Comentar | Adicionar

Editor: ardotempo / AA

Pesquisar

 

Janeiro 2010

D
S
T
Q
Q
S
S
1
2
3
4
5
6
7
8
9

Posts recentes

Arquivos

tags

Links