Quinta-feira, 31.12.09

Castelo do anjo

Fotografia

 

 

 

 

Gilberto Perin - O anjo e sua prótese - Fotografia (Roma Itália), 2005

publicado por ardotempo às 22:55 | Comentar | Adicionar

Fósseis contemporâneos

Esculturas

 

 

 

 

 

 

 

Christopher Locke - Fósseis Contemporâneos - Techno - Esculturas em resina / pátina arqueológica (Estados Unidos), 2009

 

(Um dos problemas que infestam e contaminam mortalmente a Arte e a Arte Contemporânea, disseminando o caos, provocando equívocos e a incompreensão generalizada, é que existem milhões de pseudo-manifestações e "obras" atribuídas como artísticas que não o são. Tratam-se essas (que não são a fina metáfora criada acima pelo escultor norte-americano) dos legítimos fósseis secretos, os "produtos-múmias" em formato de telas, gravuras, esculturas e instalações realizados por falsos artistas, por não-artistas, por artesões-picaretas e que não passam de fórmulas decorativas, cópias, plágios, manipulações artesanais, bibelôs, arranjos ardilosos, lixo maquiado e contrafacções que confundem e demonizam o circuito da Arte (em todos os lugares) e destroem a percepção de propostas artísticas verdadeiramente inovadoras e originais, realizadas com talento, sensibilidade, honestidade intelectual e conhecimento profundo de pesquisa, no pensamento e no acabamento de sua elaboração artística - NE: ARdoTEmpo)

publicado por ardotempo às 16:14 | Comentar | Adicionar

Saída de cena no Da Literatura

Uma pena

 

Uma pena a saída de João Paulo Sousa do blog Da Literatura. Importante encontrar ali rotineiramente o seu pensamento agudo e sábio sobre o universo da literatura. Escreveu ali criticamente sobre vários autores brasileiros, auxiliou na sua difusão entre tantos e indicou-nos, didático, outros magníficos talentos da lingua portuguesa. Nessas descobertas, aprendemos a selecionar os melhores para ler e agradecemos a João Paulo pelo esforço dedicado e pela honestidade intelectual.Terá seus motivos, que serão respeitáveis, mas o mais desconfortável deles é a sua afirmativa do cansaço, porque significa que não o encontraremos noutro blog. O que será uma lástima porque perderemos o contato com sua letra e seu pensamento. Ao autor de O Mundo Sólido, excelente romance de linguagem e forma singular, a nossa saudação e o desejo de um ótimo 2010 com novas realizações, novos textos e o lançamento de um novo livro. 

 

Da Literatura é um excelente blog e conseguiu sê-lo pelas presenças diárias de Eduardo Pitta e até o dia de hoje, João Paulo Sousa. Uma pena sua ausência para 2010.

publicado por ardotempo às 10:30 | Comentar | Adicionar
Quarta-feira, 30.12.09

O gato cinza

Um vento

 

Gato cinza é um vento

Fala seu dialeto apenas com os pássaros.

Vidro.

Chuva, sol, um vento o gato.

 

A pose de esfinge

O silêncio que não lembra os dedos partidos.

Solipsista dos olhos negros e canários,

no  exercicio branco da memória traída.

 

Nada sabe do tigre de Borges

nem do último lobo da Inglaterra.

Sabe o medo de quem chega,

o cheiro, as vozes ou o barulho

dos pés arrastados, dilacerados.

 

Gato cinza é uma ausência

um vento, um vulto. Instante,

a escuridão e um instinto.

Gato cinza é um vento.

Um dia falará,

escolhendo as palavras no dicionário,

seu leito de observação.

 

Gato cinza é um chamado em volutas 

de fumaça azul e seu canto de lamúrias.

Observador de pássaros, argumentativo.

Vidro.

É um vento gris, mistral da poeira 

vulcânica do maciço. 

 

Gato cinza, um dia falará

e contará o mistério que ouviu 

sobre a memória que não se fez.

publicado por ardotempo às 18:57 | Comentar | Adicionar

Desenho a esferográfica

carassotaque.no.moleskine 

 

 

 

 

 

Desenho a caneta esferográfica, 2009

tags:
publicado por ardotempo às 18:26 | Comentar | Adicionar

Amor-perfeito

Aquarela

 

 

 

 

© Anelise Scherer - Amor-perfeito / Viola x cornuta - Aquarela, ilustração botânica (AVE, FLOR - Edições ARdoTEmpo - Brasil), 2009

tags: ,
publicado por ardotempo às 16:33 | Comentar | Adicionar

Desenho

Cálice

 

 

 

 

Desenho - Tinta china e aguadas a pincel com penas caligráficas 

tags: ,
publicado por ardotempo às 15:05 | Comentar | Adicionar
Domingo, 27.12.09

Fazer o negativo

Tarea de tinieblas

Enrique Vila-Matas
 
Es un aforismo que Kafka escribió en Zürau: "Lo positivo nos ha sido dado al nacer. A nosotros nos toca hacer lo negativo". También se puede traducir así: "Hacer lo negativo aún nos será impuesto, lo positivo ya nos ha sido dado".
 
Al cineasta Jean-Luc Godard le gusta ese aforismo porque dice que no hay que olvidar que las imágenes del cine proceden de negativos: "Hoy en día, con los vídeos y la informática, el negativo ya no existe; no tenemos más que el positivo. Pero lo positivo lo tenemos ya al nacer. Si nos quedamos sin contradicciones, ¿qué haremos para avanzar?".
 
Godard me hace pensar en todos esos fotogramas en los que las almas cándidas creen ver la realidad tal como nos ha sido dada cuando, de hecho, la realidad no puede aspirar a la plenitud si no cuenta con su correspondiente contradicción y negativo.
 
Doy cuatro pasos, voy al sillón, abro al azar un libro de estilo realista, entro directamente en un fragmento de La prometida del señor Hire, de Simenon. Recordaba que era una novela poderosa, pero no sospechaba que fuera a impresionarme tanto: "Se dispuso a seguir a la multitud, zambulléndose con ella en la luz y el ruido, deteniéndose como los demás al borde de una acera para echar a andar con rapidez en cuanto el resto volvía a arrancar. El señor Hire caminaba cada vez más deprisa, impaciente porque llegara la mañana".
 
Caigo instantáneamente rendido de admiración. En el fondo, me digo, eso es lo que como lector me gusta. Ahora que no me oye nadie, voy a gritar de entusiasmo. Me encanta en realidad verme envuelto en el cálido tumulto de esta vigorosa prosa que tanto complace al no menos vigoroso pueblo. Además, descanso mucho zambulléndome en las sencillas inquietudes de los otros. Qué placer tan grande ir por la calle y poder detenerse como se detienen las personas normales al borde de una acera, ante un semáforo. Qué formidable poder ser un hombre corriente y también un hombre sumido en la corriente de aire de una multitud que avanza apretujada a lo largo de un bulevar.
 
Qué maravilloso es leer relatos de corte tradicional, no sé qué haríamos sin ellos, sin toda esa parafernalia ancestral de la hoguera en la noche y el encantador de serpientes, siempre allí dispuesto. Relatos que nos mantienen insomnes. Toda la vida ha sido así, ¿no es cierto? ¿Qué haríamos sin historias?
 
Ahora bien, como narrador los relatos me interesan sólo lo indispensable. António Lobo Antunes dice que la gente quiere leer un libro para encontrar en él una historia y que él no tiene nada en contra de esto, es más, le gusta leer a Simenon, a García Márquez; le gustan estos autores, pero no le habría gustado escribir sus libros; les admira y respeta, pero no es lo que desea hacer en literatura. Más bien prefiere aportar algo diferente. Cree que si uno escribe y es fiel a sí mismo, teniendo en cuenta que su experiencia es única, siempre puede aportar sensaciones o ideas nuevas. No se trata, dice Lobo, de escritura experimental, sino de estar más cerca del corazón de las cosas: "Hay siempre ese núcleo incomunicable en nuestro interior y querría tener la capacidad de entrar en él, de comunicarlo".
 
Como narrador, yo siempre preferiré la reflexión, la indagación, el revés del fotograma realista, una tarea de tinieblas, salir en busca de la emoción emboscada, ensayar una expedición a ese núcleo duro y, en definitiva, desplegar el arte de lo negativo. Liz Themerson cuenta que hace poco, en el hospital, cuando la incertidumbre era máxima y no sabía si se moriría o sobreviviría, no era miedo lo que sentía, sino un inmenso vacío. No dormía de noche y esperaba con ansiedad la llegada de la mañana. Como si la mañana fuera a salvarla. Se pasaba las noches mirando por la ventana, esperando las primeras luces. Esa experiencia de vacío de Themerson es un tipo de emoción que surge cuando el realismo se desfonda y aparece en su lugar el núcleo duro de lo esencial, la nebulosa del ser verdadero, la bruma de la identidad profunda que es siempre extraña y extranjera. También la sensación de no haber dado lo mejor de nosotros a nadie, ni haber sabido vivir intensamente. Seguramente, Liz Themerson esperaba la llegada de la mañana confiando en que ésta le ayudaría a cortar amarras con el vacío y le permitiría trazar pasadizos, tal vez incluso buscar atajos hacia el núcleo incomunicable.
 
Vuelvo al sillón y regreso al señor Hire, a esas líneas que dicen que "caminaba cada vez más deprisa, impaciente porque llegara la mañana" y caigo en la cuenta de que si hasta ahora el señor Hire iba sumido en la corriente de aire de una multitud que avanzaba apretujada a lo largo del bulevar, ahora es una corriente de conciencia lo que al señor Hire le lleva en volandas, de un recuerdo a otro, empujándole desordenadamente en incontenible flujo mental, mientras se despliegan ante él las infinitas combinatorias del arte de lo negativo, del arte de la construcción de aquello que, cuando lo positivo ya nos ha sido dado, aún nos queda por hacer.
 
A pesar de todo, todavía durante un rato, el fragmento de Simenon sigue pareciéndome un modelo de realismo, de narratividad sin complejos intelectuales: "Las aletas de la nariz se le dilataron de júbilo. Había mucho ruido. Más que ruido era un rumor hondo como el fragor de las olas". Hasta que irremediablemente se va ensombreciendo el bulevar y el señor Hire dobla una esquina y se pierde en la corriente de su conciencia y cree escuchar, sin fragor de olas alguno, el rumor hondo de su identidad profunda. El rumor es un murmullo que le llega con una rara armonía de sonidos en la luz declinante del día. Al fondo de un corredor oblicuo, hay un tipo inmóvil, rígido. Tal vez es una estatua. El rumor es un lugar. El rumor es humano. El lugar, piensa el señor Hire, es el más apropiado para un punto de fuga.
 
© Enrique Vila-Matas - Publicado em El Pais
tags: ,
publicado por ardotempo às 16:46 | Comentar | Adicionar
Sábado, 26.12.09

"A escrita é uma prisão"

Da tipografia de Foucard
 
" L’écriture est une prison.
Chaque prison a son règlement intérieur.
Les traits d’union y sont prohibés car ce sont
des objets contondants qui peuvent blesser
les gardiens, impressionner les détenus ou
forcer les serrures. Pas de traits d’union."
 

Daniel Foucard 

 

 

 

Publicado por Laure Limongi no blog Rougelarsenrose

tags: ,
publicado por ardotempo às 23:27 | Comentar | Adicionar

Lágrimas na tela

Todas las lágrimas de Dora Maar
 
Manuel Vicent (Babelia - El Pais) 
 
  
En el cuadro del Guernica aparecen cuatro mujeres entre los escombros del bombardeo, todas con la boca abierta por un grito de terror, las cuatro mujeres son la misma, Dora Maar, la amante de Picasso en aquel tiempo. Hay un detalle añadido: los ojos del toro erguido en el ángulo izquierdo también son los de Dora Maar, que en la realidad eran de un azul pálido y algún psicoanalista lacaniano sabrá explicar el significado de un toro con ojos de mujer, que a su vez son idénticos a los del guerrero, cuyo cuerpo se halla destrozado en la base del cuadro.
 
Picasso conoció a Dora Maar a principios de 1936. Su encuentro se ha convertido ya en una fábula excelsa de sadomasoquismo. Estaba el pintor una noche en el café Deux Magots de París con el poeta Paul Éluard y vio que en la mesa vecina una joven parecía entretenerse dejando caer la punta de una navaja entre los dedos separados de su mano enguantada, abierta sobre el mármol del velador. No siempre acertaba, puesto que el guante estaba manchado de sangre. El pintor se dirigió a ella en francés y la joven le contestó en un español gutural, la voz un poco ronca, temblorosa, con acento argentino. Después de una excitada conversación el pintor le pidió la prenda ensangrentada como recuerdo y ella le dio a Picasso no sólo el guante sino la mano y el resto del cuerpo, sin excluir su alma atormentada, no en ese momento, puesto que Picasso, presintiendo la tempestad amorosa que se avecinaba, echó tierra por medio y se fue a la Costa Azul, pero allí en casa de unos amigos comunes se volvió a encontrar con la mujer ese verano y ya no tuvo escapatoria. Bajo el esplendor mórbido del sol de Mougins, filtrado por los sombrajos de cañizo, sus cuerpos comenzaron a cabalgar en busca de la violenta alma contraria.
 
Dora Maar no era una neófita en esta batalla con los hombres. Venía de los brazos de Georges Bataille, rey de la transgresión erótica, con quien había experimentado todos los sortilegios de la carne. Según su teoría los burdeles deberían ser las verdaderas iglesias de París. Bataille, junto con Breton, lideraba el grupo surrealista de izquierdas Contre-Attaque, que se reunía en un ático muy amplio de la Rue des Grands Agustins, 7, y se había hecho famoso por el libro Historia de un ojo, una mezcla de pornografía y lirismo con aditivos de violencia, autodestrucción y ceguera: el ojo -huevo que se introduce en la vagina-. En ese mundo se movía Dora Maar, exótica, bella y radical, siempre coronada con sombreros extravagantes.
 
 
Dora Maar era pintora, fotógrafa y poeta, hija de madre francesa y de un arquitecto croata, instalado en París, que encontró trabajo durante algunos años en Argentina. Con ella atravesó Picasso los años de la Guerra Civil española y la ocupación nazi de París, desde 1936 a 1943, un tiempo en que el pintor vivía en medio de un vaivén de mujeres superpuestas. Su esposa Olga había sido suplantada por la dulce y paciente Marie Thérèse Walter, de la que le había nacido su hija Maya, y ese oleaje le había traído, como el madero de un naufragio, a Dora Maar, que tuvo que desplegar todas las artes para agarrar y no soltar los testículos de aquel toro español del Guernica, que según algunos críticos es el autorretrato del pintor.
 
A inicios del año 1937 el Gobierno de la República española le encargó un mural a Picasso para la Exposición Internacional de París, que iba a inaugurarse en el mes de mayo. El contrato lo formalizó el cartelista Josep Renau, director general de Bellas Artes, en un bistró de la Rue de Bôetie, sobre una servilleta de papel y después se fue a jugar al futbolín con Tristán Tzara. La tragedia española estaba en su apogeo. Picasso sólo quiso cobrar los materiales, el lienzo y las pinturas, que, por cierto, fueron de una evidente mala calidad, como demuestra el deterioro en que se encuentra la obra. Dora Maar conocía el ático de la Rue des Grans Agustins, donde había celebrado diversas ceremonias demoniaco-surrealistas. Se lo mostró a Picasso para que lo alquilara. El local era famoso porque Balzac había situado allí la novela La Obra Maestra Desconocida, que trata de la obsesión de un pintor por representar lo absoluto en un cuadro. Dora Maar pensó que en el local había espacio suficiente para trabajar en un cuadro de gran tamaño. Y en ese ático comenzó Picasso una doble lucha. Durante los primeros meses no se le ocurría nada. Comenzó a realizar bocetos en torno a una especie de tauromaquia en medio de la convulsión de los desastres de una guerra, mientras Dora Maar iba levantando acta con la cámara de los esfuerzos y arrepentimientos del artista. En unos bocetos el caballo relinchaba abajo, en otros el toro mugía de otro lado. Dora Maar era a la vez testigo y protagonista, puesto que su rostro de frente ovalada y grandes ojos como lágrimas se repetía en todos los intentos en distintas figuras femeninas. Picasso incluso dejó que su amante pintara algunas rayas.
 
Mientras el Guernica tomaba la forma definitiva, alrededor del lienzo se había establecido otra suerte de bombardeo, que causó una catástrofe amorosa. En el ático entró un día la dulce y paciente Marie Thérèse Walter y se enzarzó a gritos con Dora Maar. Con insultos que se oían desde la calle, le echó en cara el haberle robado a su amante, al que ella había dado una hija. A esta escena violenta de celos se unió Olga, la compañera legal, y mientras las tres mujeres gritaban, Picasso seguía alegremente pintando el Guernica, muy divertido. Esta reyerta explosiva se hizo famosa en el Barrio Latino. El día 26 de abril de 1937, cuando el cuadro ya estaba casi terminado, sucedió el espantoso bombardeo de Guernica por la Legión Cóndor. En homenaje a esa villa bilbaína, donde se conservaban los símbolos de un pueblo vasco, Picasso tituló el cuadro con su nombre. A partir de ese momento el Guernica se convirtió en un cartel universal contra la barbarie.
 
La batalla la había ganado Dora Maar. Ese mismo verano de 1937 se les ve muy felices en las playas de Antibes en compañía de otros seres maravillosos, desnudos en sillones y hamacas, Nush y su marido Éluard, Man Ray y su novia Ady, bailarina de Martinica, Lee Miller y Rolland Penrose, Jacqueline Lamba y André Bréton. Jugaban a intercambiarse los nombres y las parejas a la hora de la siesta y el más vanguardista en el sexo también era Picasso, que, según contaba Marie Térèse, solía practicar la coprofagia con sumo arte.
 
Picasso ejerció sobre Dora Maar otra suerte de sortilegio a la manera de su antiguo amante Georges Bataille. La convirtió en La Mujer Que Llora: así aparece, erizada por el llanto en casi todos los cuadros en que ella le sirvió de modelo. Hasta su separación sumamente traumática Dora Maar fue la Dolorosa traspasada por siete navajas, que eran todas la misma que ella usaba el día en que se conocieron en el café Deux Magots, un símbolo del dolor de la guerra y del placer de la carne.
 

"Después de Picasso, sólo Dios", exclamó Dora Maar ante Lacan, el psicoanalista que la ayudó soportar el abandono del pintor. La mujer entró en una fase mística, se retiró del mundo, se encerró en su apartamento de París y sobrevivió un cuarto de siglo al propio artista. Murió en 1997, a los 90 años. En el Guernica sus ojos en forma de lágrimas se repiten en el toro, en el guerrero, en la madre que grita de terror con un niño muerto en los brazos, en la mujer que huye desnuda bajo las bombas, tal vez, desde un lavabo con un papel en la mano y en la que saca una lámpara por la ventana e ilumina todas las tragedias de la historia. 

 

Manuel Vicent  - Publicado em Babelia - El Pais

Imagem: Dora Maar - Auto-retrato - Fotografia de Dora Maar

publicado por ardotempo às 22:52 | Comentar | Adicionar
Sexta-feira, 25.12.09

Desenho poema

Mana Bernardes

 

 

 

 

 

 

 

 

 

© Mana Bernardes - Desenho-Poema -Tinta china sobre papel artesanal kozo, 2009

publicado por ardotempo às 22:09 | Comentar | Adicionar

A simplicidade de Mana Bernardes

"...porqueninguémpensounissoantes?"

 

 

 

 

Mana Bernardes - Colar - Design (MOMA Nova York / MASP SP / Habitart RS), 2009

tags:
publicado por ardotempo às 16:16 | Comentar | Adicionar

Vitrine em Paris

Luz

 

 

 

 

Eric Tenin - Vitrine em Paris / Luz 25.12.2009 - Fotografia (Paris France), 2009

 

publicado por ardotempo às 16:11 | Comentar | Adicionar

Estrelas feitas de letras

A língua única de Schlee e suas múltiplas vozes
 
Joana Bosak de Figueiredo
 
Leio Os limites do impossível – Contos gardelianos, de Aldyr Garcia
Schlee. Com suas doze mulheres, que nos falam ou são faladas, Schlee
converte-se num escritor que entende plenamente o feminino. Sentimos o
que elas sentem e mesmo o que há de mais íntimo aparece na escritura
desse autor múltiplo.
 
Regionalista. Não. É pouco. Fronteiriço. Com certeza. Acima de tudo, universal.
 
Universal porque conversa e converge com o mundo e as vidas pequenas e
a escrita enorme e vigorosa de um registro único, de um autor idem.
Narrativa na fronteira, escritura no mundo. Quiçá a fronteira seja realmente o único lugar possível para estar no limite do impossível do universo que Schlee propõe.
 
Superamos a barreira limite. Superamos mesmo o entre lugar. A
fronteira é o lugar. O lugar onde se pode escrever numa língua única,
a língua de Schlee, que doma, alumbra e alambra aquilo que não pode
ser cerc(e)ado: uma identidade, uma maneira una, porém múltipla de ser
e estar nesse mundo tão homogeneizado por uma cultura de massa, mas ao
mesmo tempo, tão sedento de representações próprias de seu próprio
teto – ainda mais quando o teto são estrelas feitas de letras.
 
Ao ler Schlee se me escorrem as certezas e as tipificações acerca da
literatura regional, pois ela repete as pátrias pequenas de todos os
lugares, e isso a torna muito maior. Schlee bebe num tempo perdido que
parece que ficou pra trás, mas que nunca nos abandona – os Oitocentos,
tão únicos e tão fundadores de nossa cultura -, mas, ao mesmo tempo,
projeta o presente e o futuro numa linguagem que ziguezagueia entre o
ocorrido e o devir, como se o tempo passado continuasse sendo narrado
ad infinitum até virar o agora – e o que resta é o que somos hoje. E
aí somos brindados por “documentos” que atestam a existência “real
dos fatos em questão, como se estivéssemos lendo a correspondência
ativa de alguma personalidade do século XIX cuja voz só apareceu hoje.
Essa é uma narrativa intemporal, coloca-se, parece, no passado, mas
flerta como se fosse hoje, o tempo inteiro.
 
 
Nessa costura narrativa, Schlee não perde o fio da meada e o que
parecem ser contos interligados converte-se em um romance polifônico,
onde cada voz representa uma protagonista feminina que reveste de
significados próprios uma história coletiva com interpretações
pessoais de rara beleza e força marcantes. Todas elas têm razão. Todas
elas têm as suas razões. Todos os contos são delas e de quem mais for
narrando. E o perverso justifica-se; não fosse ele não existiriam doze
mulheres que contam e que são contadas, não haveria Gardel, não
haveria esse livro mágico de Schlee.
 
As múltiplas vozes de Schlee são proferidas por mulheres da vida, no
sentido de que são absolutamente verossímeis: elas estão – ou melhor,
estavam – nas fazendas, nos arrabaldes, no limite do urbano, nas
cidadezinhas de uma enorme fronteira que se alarga cada vez mais em
nosso imaginário: os limites entre o mundo hispânico e o luso no sul
da América do Sul e mais ainda: nos limites de um mundo real e de
outro inventado, onde as barreiras são tão tênues que impossíveis de
serem visualizadas. O que fica é a impressão de que tudo é possível
dentro dessa pretensa impossibilidade porque absolutamente visível nas
imagens e paisagens interiores dessas mulheres. A vida doméstica, a
alcova, os segredos, tudo aquilo que se sabe e que se oculta, tudo
sobre o que se deve calar está lá. Schlee não esconde toda a
devassidão de homens e mulheres, incesto, estupro, gozo, prazer. É nas
margens que tudo acontece. É na fronteira do impossível que vivemos e
escrevemos nossas vidas permanentemente.
 
Há espaço pra tudo na prosa de Schlee: para homens sedentos de sexo,
para mulheres que não abrem mão de seu prazer – por inusitado ou
amoral que seja -, para mucamas que vêem mais do que deveriam, para
chinas que não se contentam em ser chinas, para filhas que não são
apenas filhas, mas cúmplices, amantes, mães.
 
E essa é nossa América profunda. O sul, ao qual volvemos sempre, não
se olvida. E é no cruzamento – e não no entrechoque – dessa língua
particular que Schlee, tradutor, escritor e fronteiriço escreve. É uma
língua toda sua, o teto sob o qual se abriga. Sob o qual abriga as
raízes de sua cultura. Mas se as abriga, não as esconde, porque o trunfo
desses contos gardelianos é justamente uma realidade ficcional
verossímil completamente exposta.
 
Dói. Schlee não alivia. Mas um tango, para ser bem cantado, precisa
dessa dor. E se Gardel precisava de uma pré-história para existir ainda
mais completamente, ela já foi contada. E quem não acreditar que
invente um causo melhor. Depois de Schlee, há que ser muito bagual para
conseguir.
 
©Joana Bosak de Figueiredo

Os limites do impossível – Contos gardelianos. Aldyr Garcia Schlee.
Edições ARdoTEmpo - 2009   -  ISBN nº  978-85-62984-00-6
 
ardotempo@gmail.com
 
Imagem: Leonid Streliaev - "Uma fazenda decadente no meio do pampa"
- Fotografia (Fronteira Sul Rio Grande do Sul RS Brasil)
publicado por ardotempo às 14:11 | Comentar | Ler Comentários (1) | Adicionar

Transparente

António Lobo Antunes
 
 
Não importam as horas agora, hoje são sempre onze da noite e chove. Na janela fronteira, num quarto iluminado, vejo uma rapariga a ler na cama. Lençóis encarnados, édredon encarnado. De vez em quando muda de posição com o livro, apercebe-se, pelo meu candeeiro, que estou aqui e inicia atitudes que lhe devem parecer voluptuosas: espreguiça-se, deixa escorregar uma das alças, o joelho direito surge devagar do édredon, demora um instante, some-se. Mal lhe distingo a cara mas distingo-lhe os óculos. Tira-os, lambe uma das hastes, volta a colocá-los. Não tem muita habilidade, coitada. Torno a escrever e desce o estore, furiosa, embora pelos intervalos do estore distinga a sua silhueta a espreitar-me antes de se desinteressar de mim: deve achar-me maricas.
 
 
 
 
Não importam as horas agora, são onze da noite e é no halo das árvores que me apercebo da chuva. Uma porção de livros à espera de serem lidos, uma porção de páginas para corrigir: quantos meses até acabar isto? E, ao acabar isto, que forma terá? O Júlio Pomar ao telefone: às vezes tem voz de peluche. Combinamos jantar. Gosto de comer na cozinha da Teresa, eu que não gosto de comer. Da conversa lenta. O desenho de Matisse que eles têm, uma cara de rapariga, a lápis, feita com meia dúzia de traços, mine de rien como diz o Júlio. Como se traduz mine de rien? Como quem não quer a coisa, talvez? Que simplicidade aparente, que fácil. Onde aquele sujeito metia a mão saía luz. E, por pintores franceses, veio-me à cabeça uma passagem do diário de Delacroix, artista muito da minha estima: o homem é uma criatura sociável que não gosta dos seus semelhantes. A rapariga que lê na cama sobre o estore e chega-se às vidraças, nua. Que raio de jogo, o dela. O marido
 
(suponho que marido)
 
entra no quarto e fica a olhar para mim, ao seu lado. Não me admirava que se despisse também. Não despe: some-se. Na janela de baixo uma senhora de idade em frente da televisão, a comer sopa. Tudo é irreal neste mundo. O Júlio começa sempre os telefonemas da mesma maneira
 
- Como estás tu?
 
ou seja a pergunta mais difícil de responder que conheço. Nunca sei como estou. Estou hexagonal. Estou cor de laranja. Estou chato como a potassa para mim mesmo. Faz-me uma pergunta menos complicada, Júlio. Quantos são dois e dois, por exemplo. Não, essa não. Bertrand Russel levou cem páginas a explicar a razão de um mais um serem dois e não ficou lá muito certo disso. Estou cheio de citações, que gaita. Pareço um cigano a mostrar o oiro falso dos anéis. E, por cima disto tudo, uma ambulância aos gritos. Que noite. Tudo treme com o vento e eu a juntar palavrinhas. Vi retratos meus num jornal francês: tão feio. Não me habituo à minha cara, ao meu aspecto. Vontade de usar uma máscara, tapar a cara com as mãos. A minha filha Joana, que ainda agora nasceu, teve um filho, uma coisa pequena com os dedos todos. Daqui a nada está a fazer a barba. Quem me arranja uma ideia feliz para esta crónica? Flores numa jarra acolá. E o relógio da secretária do meu avô em cima de uma estante. Avôzinho. Ontem fez anos que morreu: novembro é um mês do caraças. Saudades do Zé Cardoso Pires, saudades do Ernesto Melo Antunes: passou que tempos e não me habituo. Por que razão não falam comigo, vocês? E um grande silêncio no meio da gente, um vazio que dói. O filho da Joana tem uma unha em cada dedo, veio completo. Devíamos nascer aos poucos, acho eu, ou então com coisas a mais, pernas por exemplo, que se perderiam uma a uma. Outra ambulância a riscar o escuro. Aqui há uns tempos fui atrás da ambulância que levava o meu irmão Pedro ao hospital. Ainda conservo o gosto amargo da aflição.
 
A propósito dos retratos do jornal francês: que diferença me fazia que aquele tipo morresse? A senhora da televisão acabou a sopa, desapareceu com o tabuleiro, voltou com um iogurte e uma colher. Não mete a colher no iogurte, fascinada com um episódio no ecrã. Também usa óculos, como a rapariga das leituras na cama, só que não se despe. Adivinha-se um brochezito a fechar a gola. Cheira a vento, a outono, a frio. A minha vida inteira sobe-me à boca como um vómito. Apetecia-me estar em Nelas em setembro. Esta semana almocei com dois camaradas da guerra e, como sempre, a cabeça a escapar para Angola:
 
- Lembras-te de?
 
- Daquela vez que?
 
memórias horríveis que o tempo adoçou. E a gente a cortar o passado com a faca. Agora vou acabar isto e continuar a corrigir as páginas. Que esquisito o mundo. Que esquisitos nós. No móvel dos retratos a minha tia Madalena sorri, a perder cor na película. Não perdeu cor dentro de mim. A rapariga deitou-se e apagou a luz, a senhora da televisão começa o iogurte, rapa a embalagem com a colher, limpa a boca no lencinho. Sorrio-lhe e não me vê. Claro que não me vê: tornei-me transparente. Digo
 
- Boa noite
 
o mais baixinho que posso, a fim de que consiga escutar-me.
 
© António Lobo Antunes
publicado por ardotempo às 02:26 | Comentar | Adicionar
Quinta-feira, 24.12.09

Desenho de Siron Franco

Desenho inédito

 

 

 

 

Siron Franco - Sem título - Desenho (Aparecida de Goiânia GO Brasil), 2009 

publicado por ardotempo às 15:36 | Comentar | Adicionar

A ponte no pampa

Jaguarão

 

 

 

Leopoldo Plentz - Jaguarão - Fotografia - Série Fronteira Sul (Jaguarão RS Brasil), 2009

publicado por ardotempo às 00:05 | Comentar | Adicionar
Quarta-feira, 23.12.09

Jogo de espelhos e de simulacros

Dom Carlos, verdades e mentiras de Gardel

 
 
Jogo de espelhos e de simulacros, narrativa que se declara ficção quando se quer realidade, conjunto de contos que na sua essência compõe um romance, polifonia de desgarradas vozes femininas – todas prisioneiras da obsessão de confessar o que em suas vidas são desejos proibidos, transgressões ilimitadas e sombras –, universo monstruoso e, paradoxalmente, lírico, de onde emerge a figura impenitente do fazendeiro Dom Carlos que, como um demônio do pampa, atrai, seduz e desgraça para sempre os corpos e as almas de suas vítimas. Ele, o que recebeu a maldição do sexo sem peias. Ele, o pai de Carlos Gardel.
 
Nesta realidade movediça, próxima da alucinação e da impostura, em que tudo é e não é, neste mundo movente transcorrem os acontecimentos do romance Os Limites do Impossível, de Aldyr Garcia Schlee, cujo subtítulo – Contos Gardelianos – já aponta para a natureza aberta da obra. Falsos contos, como falso talvez seja o Gardel que se origina dos amores interditos?
 
Além de renovar as possibilidades do relato histórico, tanto na estrutura quanto na linguagem, o texto de Aldyr (que vive isolado numa fazenda decadente em Capão do Leão), com seu toque de irrealidade, suas lacunas intencionais, sua atmosfera opressiva, suas paixões loucas, produz no leitor uma experiência de arrebatamento. Não lembro de ter lido na ficção brasileira da última década algo que me causasse tão fortemente a impressão de beleza pungente e de inventividade.

Sergius Gonzaga -  Professor de Literatura e Secretário Municipal da Cultura de Porto Alegre - RS Brasil
Publicado em Zero Hora (23.12.2009)
publicado por ardotempo às 12:16 | Comentar | Adicionar

Mulheres de Gardel

Gardelianas
 
 
 
 
Em novo livro - Os limites do impossível -, Aldyr Garcia Schlee faz ficção a partir de relatos de mulheres envolvidas com as origens do cantor Carlos Gardel
 
Você certamente já ouviu falar da controvérsia em torno das origens de Carlos Gardel – el morocho, el mago, o cantor de tango cuja voz se confunde com o gênero musical que representa teria nascido em Toulouse, na França, ou Tacuarembó, no Uruguai? A polêmica não existe, garante Aldyr Garcia Schlee.
 
O escritor, que nasceu em Jaguarão, sempre viveu entre o Rio Grande do Sul e cidades uruguaias como Melo e Treinta y Tres e hoje mora em Capão do Leão, zona sul do Estado, dedicou anos de pesquisa à vida de Gardel. Concluiu que sua alegada origem francesa foi um golpe “dedicado a tomar a sua herança”. Mais: fascinado pelo contexto ao mesmo tempo bucólico e sórdido em que o intérprete nasceu, escreveu um romance sobre o tema. Chama-se Os Limites do Impossível – Contos Gardelianos. E é um livro notável.
 
São 12 contos, cada um dando voz a uma mulher daquele contexto. Contos ou um romance?
 
Não sei – responde Schlee. – Minha ideia sempre foi contar uma história única, porém dividida em fragmentos que representam diferentes pontos de vista dos acontecimentos.
 
E que acontecimentos. Clara, título do primeiro desses fragmentos, vive numa morada rural em La Fructuosa, Tacuarembó. É apaixonada pelo filho do leiteiro, um amor platônico, doce, dotado de uma ingenuidade que combina com aquele ambiente mas que é quebrada quando ela se vê forçada a casar com outro homem. A partir daí, primeiro pelos olhos da mucama Felicia, depois da senhora Juana, o cenário que se revela é dos mais abjetos, com paixões incontidas, mentiras, traições em âmbito familiar, incesto. Tudo levando à figura – ou partindo dela – do Coronel Carlos Escayola, o pai de Gardel, e culminando com o nascimento do cantor de Mano a Mano.
 
Admito que há uma certa fabulação, por exemplo, na construção da personagem Mulata-Flor. Mas ela existiu. Tudo ali existiu – afirma o autor. – Há tanta verdade na história que, lá pelas tantas, decidi não mais ir a Tacuarembó. A casa onde Gardel nasceu está lá, o lugar permanece com as mesmas características. Como digo no livro, a semelhança entre o que é narrado e o que aconteceu não é só uma coincidência, mas a prova de que a realidade, como a ficção, também é feita do improvável, do inacreditável.
 
Os Limites do Impossível é um lançamento da nova editora porto-alegrense ARdoTEmpo. Está à venda com duas opções de capa.
 
ardotempo@gmail.com
 
 
Daniel Feix - Publicado em Zero Hora (23.12.2009)
Imagem: Gardeliana, desenho a tinta china e aguadas por Aldyr Garcia Schlee 
 
O mito
 
Carlos Gardel nasceu no dia 11 de dezembro. As referências biográficas mais recorrentes dão conta de que teria sido em 1884 ou 1887, em Tacuarembó, ou 1890, em Toulouse. Ele chegou a dizer que nascera no Uruguai, mas, depois de sua morte, um testamento que teria sido escrito pelo cantor dava conta de sua origem francesa.
 
Radicado em Buenos Aires, foi o criador do tango-canção, no final da década de 1910, que revolucionou e ajudou a popularizar o gênero. Lançou sete longas e dezenas de discos antes de morrer em um acidente de avião, em Medellin (Colômbia), em 1935.
 
O autor
 
O escritor Aldyr Garcia Schlee tem 75 anos e também é conhecido por seu trabalho como designer. É ele o criador da clássica combinação verde-amarela do uniforme da seleção brasileira, escolhida em concurso público nos anos 1950 – antes o Brasil jogava de branco ou azul.
 
Natural de Jaguarão, tem livros de contos publicados tanto no Brasil quanto no Uruguai. Entre eles, Linha Divisória, Uma Terra Só, Contos de Futebol e O Dia em que o Papa Foi a Melo, sobre o mesmo episódio retratado no filme O Banheiro do Papa (2007).

 

publicado por ardotempo às 10:39 | Comentar | Adicionar
Terça-feira, 22.12.09

Onde está o leitor? Onde está a leitora?

Homem é agredido com taco de beisebol na Livraria Cultura, em São Paulo.

 

Vítima de 21 anos estava na seção de arte; empresa não soube informar
o que teria motivado episódio
 
Um homem de 21 anos foi agredido com um taco de beisebol na tarde desta segunda-feira na seção de livros de arte da Livraria Cultura do Conjunto Nacional, na avenida Paulista. Segundo a assessoria de imprensa da livraria, o homem foi levado ao Hospital das Clínicas. Ele passa bem e está acompanhado da família.
 
O agressor foi encaminhado ao 78º DP, no Jardins. A empresa não soube dizer qual 
livro de arte que o homem estava escolhendo ou lendo, no momento da agressão. 
A loja continuou em funcionamento após o ocorrido.
publicado por ardotempo às 22:50 | Comentar | Adicionar
Segunda-feira, 21.12.09

Luz

Acrílica sobre tela

 

 

 

Paulo Amaral - Manhattan - Pintura - Acrílica sobre tela (Nova York - Estados Unidos)

tags:
publicado por ardotempo às 11:13 | Comentar | Adicionar
Sábado, 19.12.09

Suicidas

Dedo de Moça

Uma antologia das escritoras suicidas
 
Lançamento: 19 de dezembro, sábado, de 15h30 às 18h30,
na Livraria Martins Fontes - Av. Paulista, 509, SP.
 
Dedo de Moça comemora um projeto que dura (e nos diverte!) há 4 anos.
 
Em outubro de 2005, quando o site Escritoras Suicidas foi lançado na internet, não sabiamos no que ia dar. Hoje o que se sabe é que brincar com estereótipos — ainda que a intenção não seja necessariamente essa — é um jeito gostoso de se quebrar paradigmas.
 
O livro, com apresentação do músico, compositor e escritor Guttemberg Guarabyra, texto de orelhas do escritor Nelson de Oliveira, e ilustrações de Eliége Jachini, reúne contos e poemas de 30 autoras brasileiras. Bem, nem todas são mulheres.
 
Mas com exceção de Dominique Lotte e Romina Conti, pseudônimos, respectivamente, dos escritores Iosif Landau e Rodrigo de Souza Leão, falecidos em 2009, nenhum outro autor nessa antologia revela sua identidade masculina ou o que existe sob as suas vestes femininas. Vale tentar advinhar.
publicado por ardotempo às 11:33 | Comentar | Adicionar

O pampa, visto por Leopoldo Plentz - 6

A loja ideal

 

 

Leopoldo Plentz - Fotografia - A loja (Série Fronteira Sul)

publicado por ardotempo às 00:25 | Comentar | Adicionar

O pampa, visto por Leopoldo Plentz - 5

O telhado

 

 

Leopoldo Plentz - Fotografia - O telhado (Série Fronteira Sul)

publicado por ardotempo às 00:22 | Comentar | Adicionar

O pampa, visto por Leopoldo Plentz - 4

 A sacada

 

 

Leopoldo Plentz - Fotografia - Sacada (Fronteira Sul) 

publicado por ardotempo às 00:19 | Comentar | Adicionar

O pampa, visto por Leopoldo Plentz -3

 A escada

  

 

Leopoldo Plentz - Fotografia - Escada (Série Fronteira Sul), 

publicado por ardotempo às 00:13 | Comentar | Adicionar

O pampa, visto por Leopoldo Plentz -2

 A janela

 

 

Leopoldo Plentz - Fotografia - Janela (Série Fronteira Sul)

publicado por ardotempo às 00:12 | Comentar | Adicionar
Sexta-feira, 18.12.09

O pampa, visto por Leopoldo Plentz -1

O pampa

 

 

Leopoldo Plentz - Fotografia - O pampa (Aceguá / Série Fronteira Sul)

publicado por ardotempo às 23:59 | Comentar | Adicionar

O próximo Coetzee

Summertime

 

José Mário Silva

 

 

Summertime é o livro com que Coetzee fecha a sua trilogia de memórias ficcionadas, iniciada com Boyhood (1997) – sobre a infância na Cidade do Cabo, no final dos anos 40 e início dos 50 – e Youth (2002), que descreve a sua vida em Londres, no início da década de 60, e as suas primeiras tentativas poéticas. Nessas duas obras, Coetzee fala de si mesmo na terceira pessoa e esse distanciamento reflecte o extremo cuidado com que o escritor sul-africano, conhecido pelo zelo posto na protecção da sua privacidade, aborda os materiais biográficos no processo de os transformar em literatura. Mesmo quando os factos são reais, o protagonista nunca é o verdadeiro Coetzee mas uma personagem em tudo semelhante, o seu reflexo no espelho da ficção.

Em Summertime, esta ambiguidade é levada ao extremo, pelo recurso a uma estrutura narrativa fragmentada e potenciadora das incertezas meta-literárias que Coetzee tanto aprecia. Em vez de uma história linear, o que o livro nos oferece é um conjunto de materiais que o biógrafo de Coetzee, um tal Mr. Vincent, reúne após a sua morte, tentando fixar uma certa época (os anos de 1972 a 1977), quando o escritor, então com trinta e poucos anos, ainda não era o escritor que veio a ser mas para lá caminhava. Vincent transcreve entrevistas com várias pessoas que terão conhecido Coetzee na altura (uma amante, uma prima, a mãe brasileira de uma das suas alunas, colegas do meio académico), além de excertos dos seus cadernos de notas. O retrato que emerge destes depoimentos em bruto – cheios de incongruências, animosidades, contradições – é de uma crueza devastadora.

 

Coetzee surge-nos como um homem emocionalmente opaco, incapaz de se relacionar com os outros, um corpo estranho fechado sobre si mesmo (a amante acusa-o de autismo sexual), um feixe de ideias confusas à deriva numa África do Sul em pleno apogeu do apartheid. O Coetzee de hoje não doura a pílula ao Coetzee trintão, nunca contemporiza com as suas fragilidades e falhanços. Mas, paradoxalmente, isso só o torna mais humano.


O resto é a arte da linguagem. Ou seja, o esplendor da língua inglesa, elevada aos céus por um dos seus melhores cultores.



José Mário Silva - Publicado no blog Bibliotecário de Babel

Imagem: Edward Hooper - Pintura, Óleo sobre tela - 1960

tags: ,
publicado por ardotempo às 17:56 | Comentar | Adicionar
Quinta-feira, 17.12.09

As linhas retas

A régua de Niemeyer

 

 

 

 

Gilberto Perin - Linhas retas de Oscar Niemeyer / Igreja da Pampulha (BH Minas Gerais Brasil), 2009

publicado por ardotempo às 20:01 | Comentar | Adicionar

Editor: ardotempo / AA

Pesquisar

 

Dezembro 2009

D
S
T
Q
Q
S
S
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
20
28
29

Posts recentes

Arquivos

tags

Links